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noviembre 06, 2010

NO PERMITAMOS QUE DESGUACEN AL PAÍS.


Eddo Polesel (*)
Premisas:

Los hechos acaecidos en estos días, por las personas involucradas y la Institución que representan nos obligan, a no pasarlos por alto, Para no dar la impresión que reaccionamos solo cuando nos tocan.

En cuanto al hecho en sí, ha sido claramente puntualizado a la opinión pública el mismo día por el Presidente de FEDECAMARAS Señor NOEL ALVAREZ, a lo cual no tenemos nada que agregar, sino reitérales tanto a la Doctora ALBIS MUÑOZ que supere las dificultades y sane de las heridas por las tres balas que ha recibido, como del trauma que le ha causado estar viva de milagro y a todos los involucrados en ese lamentable hecho y a sus familiares reiteramos nuestras expresiones más sentida por lo ocurrido, deseándoles que recuperen su estabilidad emocional por un hecho que debemos reprochar porque afecta a seres humanos que, además, desempeñan funciones de alta responsabilidad en el movimiento empresarial en unos de los momento más difíciles del país y peligroso, para quienes mantienen posiciones de resistencia a los ataques sistemáticos, a la calumnias y a las amenazas que -día a día- vienen de la más alta dirigencia del régimen porque no se doblegan y defienden causas y principios que son compartidos por la gran mayoría de los venezolanos, que no están de acuerdo con lo que está pasando en el país. 

Hechas estas consideraciones por este caso que -como tantos otros- demuestran que la situación del país se vienen desmoronado por una actitud arbitraria de una persona que parece no entender que el país está y estará más en contra (ver resultado electoral del 26S) de sus disparatadas decisiones porque sus consecuencias afectan a todos los sectores del país y que está generando reacciones de extrema peligrosidad que no podemos dejar de alertar porque están causando destrucciones de cuanto queda en pie, lo cual abrirá otras tantas y profundas heridas al cuerpo social de este maltratado país. 

No dejemos destruir al país.

Retomando el tema de este escrito, la intención de utilizar el término desguace es porque lo que está ocurriendo es exactamente eso; porque por una parte el régimen continua con la destrucción del sector privado y al mismo tiempo destruye lo que confisca, expropia o simplemente deja que se invadan propiedades de los particulares sin demostrar la mínima preocupación por los efectos que causa en la situación del país en general. Hay que señalar que actúa como si no hubiera ocurrido el 26S; es decir, pretende imponer la producción socialcomunista que es la antítesis de un desarrollo real. Un ejemplo de lo absurdo: es lo que reportan las declaraciones del ministro de la planificación económica, el cual anuncia que a partir del presupuesto para 2011 debemos ir reduciendo el aporte del petróleo con una mayor recaudación de impuestos.

Ahora bien: Quienes serán los que paguen los impuestos si se destruye al sector privado que es el único que podría contribuir si estuviera activo y productivo a con mayores aporte al Impuesto Sobre la Renta; por otra parte, todas las empresas del sector productivo en poder del Estado, que incluye las básicas, operan en pérdidas que deben ser cubiertas con aporte del Estado. Entonces la pregunta que formulamos, y a la cual el Ministro debe dar es respuestas es: ¿De qué tipo de nuevo impuesto saldrán los recursos? La pregunta tiene mucho más sentido si tomamos en cuenta que en el presupuesto de un ministerio. Se creó una partida para combatir el consumismo que, si existe no será de parte de más de un 10 por ciento de la población. Por otra parte, si disminuye el ingreso petrolero disminuirá la distribución que se esta haciendo y disminuirá la entrada por el IVA; salvo que en la mente del Ministro se esté anidando la idea de un aumento de ese impuesto. Estas no son simple observaciones sino contradicciones y muestra de una actitud enfermiza, producto de ideologización actitud -típica de la dialéctica comunista- que ya ha dado sus resultados desastrosos en el pasado y en el presente en Cuba y Corea del Norte.

Dicho lo anterior deberán explicar cómo se pretende gobernar destruyendo PDVSA que es la empresa que le ha dado la posibilidad de financiar su proyecto de tratar de revivir -en los países sud-desarrollados- el comunismo; y, esto explica claramente que el régimen lo que pretende no es desarrollar nuestra economía sino restringirla bajo su control, para empobrecer al país porque sería la única forma de mantenerse en el poder. Muestra de ello entre tantas absurdidades –pero parte del proyecto- es que se pretende financiar refinerías en todo el mundo mientras las nuestras se están destruyendo por falta de mantenimiento. Vende los bienes de PDVSA en el exterior para comprar armas, para hacerse de presuntos aliados. Negocia venta de petróleo a países lejanos reduciendo la venta a países cercanos. No construye casas pero confisca, ocupa o expropia sin compensación a las que construye el sector privado con la justificación de que está defendiendo la propiedad privada amenazada por los “inversionistas abusadores”. Acciones de un gobierno -que no gobierna- porque si la lo hiciera debería aplicar la ley para que se penalizara a los responsables y no actuar de esa forma, siendo responsable -en gran parte de los problemas- porque con la estatización y las confiscaciones hoy no hay cabillas como tampoco cemento y se recurren a los atropellos que afectan a un elevado número de compradores de viviendas, de constructores y financistas, los cuales hoy con la medidas tomadas por el régimen no saben lo que le puede ocurrir y se ha paralizado el sector que más construía en Venezuela. Estas son las soluciones del régimen para un problema tan sensible como la vivienda. 

La situación no puede más patética con consecuencias desastrosas para la sociedad; por lo tanto hay que prepararse, porque las acciones desesperadas de un régimen en plena caída es capaz de cualquier acción que según su praxis le pueda dar oxigeno para su proyecto que está destinado al fracaso. Un gobierno autoritario que pretende mantener una fachada democrática, puede seguir manteniendo el poder mientras la oposición no se organice debidamente para enfrentar el reto de desafiar a los anti demócratas. Esto ya empezó con los resultados del 26 de septiembre. Podrá, mientras se mantiene en el poder, suscribir Pactos, Acuerdos, Convenios y alianzas políticas que no podrán ser cumplidos, como no cumplen las que hacen al país para mantener adormecidas a una parte de la población que aun espera en el milagro chavista.

Al sector privado le toca el trago mas amargo, porque sobre él caerá todo el peso de un régimen que tratará de sobrevivir sacrificando todo lo que queda y el costo será inmedible, pero finalmente la fortaleza que emana del sacrificio, aunado al deseo de progresar romperá las cadenas con las cuales pretenden tenernos amarrados porque la iniciativa individual es la fuerza motora del cambio.

Para que se mantenga la esperanza no debemos permitir que se llegue al DESGUACE del país porque el costo social será mucho mayor; por consiguiente, las cadenas hay que romperlas reconstruyendo y fortaleciendo las instituciones democráticas y manteneniendo la fe en Venezuela, que está latente en el país.


Alentémosla porque la fe mueve montañas.

(*) Ex Presidente de Fedecámaras.

Nota del Blog
La sencillez y profundidad de este artículo, merece la reflexión de aquellos líderes que dirigen nuestras INSTITUCIONES democráticas, vale decir, empleadores, trabajadores, iglesia, academia, universidades, estudiantes, colegios profesionales y otras interesadas en el bienestar de Venezuela… ES LA HORA DE LAS INSTITUCIONES DEL SECTOR PRIVADO.

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