“la validez del conocimiento no se refrenda simplemente con la verdad abstracta, sino con la práctica humana.” John Dewey
El presupuesto del año 2011 presentado por el gobierno nacional es muy revelador de lo que venimos afirmando. En las premisas económicas utilizadas para su formulación se trata de esconder la incapacidad de nuestra industria petrolera para elevar los niveles de producción.Ésta se estima en 3.176.000 b/d y la exportación petrolera en 2.675.000 b/d, cuando la realidad comprobada por organismos internacionales es que Venezuela a duras penas produce 2.300.00 b/d. El precio del barril se estima en 40$ para disponer a su antojo del diferencial del precio de mercado que los expertos consideran que estará entre 75$-80$ por barril. Aún así, el ingreso del Estado seguirá siendo insuficiente para cubrir el enorme gasto público, el servicio de la deuda que se estima estará alrededor de los 10.729 millones de $, y la exportación de la revolución bolivariana. La deuda sin considerar el costo de las nacionalizaciones compulsivas, ilegales y arbitrarias de empresas extranjeras, binacionales y nacionales, alcanzará los 120 mil millones de $.
El gasto público estimado en el presupuesto 2011 alcanza 204 millardos de Bs. F, manifestando el gobierno nacional que se incrementa en un 28% con respecto al año 2010, que fue de 159 millardos de Bs. La realidad es que si se suman los créditos adicionales hasta el tercer trimestre de este año, el gasto ejecutado es de 196 millardos de Bs. F, por lo que es previsible que el presupuesto total ejecutado al final de año sobrepase el monto estimado para el año 2011, lo cual desmiente la afirmación sobre un supuesto incremento.
En un ambiente hostil y agresivo generado por el Estado, es imposible pensar en la atracción de inversiones, por lo que resulta inverosímil calcular un crecimiento de 2% para el próximo año y una inflación entre 23-25%. La economía del país tiene dos años en recesión, con 6 trimestres seguidos con crecimiento negativo, lo cual configura un cuadro depresivo. La destrucción del aparato productivo interno en un 50% aproximadamente ha hecho que el Estado supla la demanda nacional con importaciones de toda clase de bienes y servicios que antes producíamos. La experiencia ha demostrado que el gasto público solamente, sin el aporte de la inversión privada, es insuficiente para estimular el crecimiento económico.
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