En CVG Alcasa no ha habido tregua y tras 17 días en condiciones mínimas de operación, la directiva de la reductora de aluminio ha empezado a evaluar las consecuencias.
El presidente de la estatal, Elio Sayago, dijo que la paralización ha generado retardo en el proceso de laminación de 600 toneladas de aluminio primario, lo que se traduce en $1 millón 800 mil dejados de percibir.
"El flujo de caja ha disminuido y no podemos pagar a proveedores. En enero, tuvimos un déficit de Bs 40 millones que cubrimos asumiendo deudas con la producción de enero y febrero y al no tenerla como estaba programada repercute en las condiciones de la empresa".
La protesta generó 5 mil horas de sobretiempo en 16 días, cuando esta cantidad se produce en un año y medio en condiciones normales.
"Estamos pasando un recurso a los tribunales para que el Estado abra los portones. El Estado tiene que asumir la apertura", dijo.
Por otra parte, un piquete de la Guardia Nacional custodiaba ayer las instalaciones de Venalum, cuyos trabajadores protestan en los portones desde el lunes. MRC
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