febrero 17, 2011

Crisis en el Oriente afecta el mercado petrolero


Crisis sociales y su efecto en el crudoLa crisis que se inició en Tunez, siguió en Egipto y ahora se agudiza en Irán ha provocado una turbulencia de precios en el petróleo. Hace más de 20 días Egipto inició un proceso coyuntural político, social y económico que terminó con la renuncia de su presidente Hosni Mubarak, quien permaneció más de 25 años en el poder.
La población se lanzó a las calles para reclamar el déficit histórico democrático de su Gobierno y plasmar cambios políticos, actos que algunos historiadores comparan con lo sucedido en 1989 en los países comunistas y la consecuente desintegración de la Unión Soviética.
Para las Naciones Unidas, la crisis representa un grave peligro para el turismo, su principal fuente de ingreso, pero también una amenaza a la estabilidad del precio del petróleo en todo el mundo.
Y los efectos ya se han hecho notar. Por ejemplo, el precio del crudo mexicano disparó sus precios alcanzando los 86 dólares por barril el 5 de febrero pasado, según las cifras entregadas por el actual secretario de Energía, José Antonio Meade. Al respecto, dijo que no deberían sorprender las declaraciones del Banco de México, que hablaban de que la inflación fue la mitad de la esperada.

El papel de Egipto

Como muchos podrían pensar (por todo lo que se ha hablado) Egipto no está entre los principales productores de petróleo del mundo, ya que su producción alcanza sólo el 0.9% a nivel mundial.
¿Cuál es el efecto entonces? El país africano juega un papel fundamental en el transporte de hidrocarburos, precisamente, hacia los países productores de Medio Oriente, Europa y Estados Unidos, puesto que cuenta con la jurisdicción del Canal de Suez.
Sólo su cierre temporal genera problemas en los suministros mundiales, especialmente de aquellos que pasan desde el Mar Rojo al Mar Mediterráneo.
Por esta vía marítima pasan cada año unos 16 mil barcos con una carga estimada del 14% mundial y un 30% del abastecimiento de petróleo. Esta situación podría provocar que el precio del petróleo inicie una racha alcista como la que hemos venido observando en México.
Dicho escenario puede ser todavía peor porque, aún cuando haya renunciado el presidente de Egipto, las manifestaciones continuarán hasta que la población no vea cambios significativos en el orden político que reina en el país.
Además, como preveían analistas internacionales, la caída de Hosni Mubarak de la presidencia de Egipto surtió un efecto “dominó” hacia  otros países de la región como Túnez (que ya los tiene hace tiempo), Irán, Yemen y Bahrein.
En el caso de Irán, este lunes sus fuerzas policiales y decenas de miles de manifestantes se enfrentaron en el centro de Teherán con las fuerzas de seguridad que recurrieron a los golpes y al gas lacrimógeno para dispersar a los simpatizantes de la oposición.
Y es que, a pesar de vivir sobre algunos de los yacimientos de petróleo más grandes del mundo, los iraníes sufren recortes de electricidad que resultan muy duros en verano y les afecta aún más durante los meses de invierno. Dichas alzas -que podrían agudizarse de continuar las manifestaciones- amenazan con expandirse hacia otras regiones del mundo y generar un efecto muy similar al de Egipto en el precio del crudo.
Al respecto, las previsiones de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) para este año, al día 15 de febrero, hablan de que el precio del crudo se mantendrá alrededor de los 97 dólares por barril, un poco más del precio que mantiene en la actualidad (84.17 dólares).
La organización llama a la calma, a pesar de los movimientos sociales que se expanden en Medio Oriente, puesto que el valor del petróleo todavía se ubica un 39% manos que su máximo registrado en 2008.
Asimismo, indica que habrá que vigilar con especial atención el precio del barril brent en Londres, donde se recogen con más inmediatez las reacciones a lo que ocurre en El Cairo.

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