Pablo Baraybar, presidente de la Cámara Venezolana de la Industria de Alimentos (Cavidea), señaló que los precios internacionales del trigo han subido 253%, mientras que el precio de la pasta se ajusto en apenas 33%, lo cual es insuficiente para cubrir el costo de la materia prima.
Agregó que el alza del trigo no sólo afecta a la industria de las pastas, sino también la producción de derivados como pan y galletas.La disparidad entre los costos de producción y los precios regulados de las pastas, el aceite y la harina de maíz precocida han anulado la rentabilidad de estas industrias, comprometiendo la producción de estos rubros y sus derivados.
Al aumento que registran los precios foráneos del trigo se suman las cuotas de producción de pastas reguladas.
Baraybar explicó que en diciembre de 2008 el precio de las pastas era de Bs 3,39 el kilo, y la industria producía 30% pasta regulada y 70% del tipo no regulado, con lo cual podían operar. Pero con la reducción de precios aplicada al rubro en marzo de 2009, y la obligación de destinar 70% de la producción a la presentación regulada, el sector comenzó a registrar pérdidas del 15%.
La situación de la industria de pastas se agudizó ese mismo año cuando el Ejecutivo, además de bajar el precio interno subió a 80% la cuota de producción de pasta regulada, lo cual elevó las pérdidas a 18,5%, en diciembre de 2009.
La industria del aceite está afectada por la misma situación. La materia prima se ha elevado 282% y los precios se mantienen congelados desde junio de 2009, cuando el Ejecutivo rebajó el precio 15%, de Bs 6,76 a Bs 5,74 el litro.
"No sólo no ha habido ajustes de precios, sino que nos encontramos con una nueva devaluación de 65%. Además la anterior no se corrigió por lo que la devaluación en pastas y aceites es de 100%".
Baraybar apuntó además que industria de harina de maíz precocida registra pérdidas por el orden del 27% por cada kilo que vende, lo que afecta las inversiones para incrementar la producción.
En 2009, cuando el Gobierno subió de 70% a 90% la cuota de producción regulada, las pérdidas ya eran de 8,7%.
La producción no crece al mismo ritmo que lo hace la demanda, pues el consumo de harina de maíz precocida aumentó 8,7% en febrero.
"En el caso de la harina ya vamos a enfrentar a una nueva cosecha de maíz y necesitamos que haya nuevos precios, los productores no están cubriendo sus costos y menos la industria. Todo el circuito, tanto en arroz como harina precocida tienen un problema de rentabilidad", señaló.
Además de la harina, considera que se requiere revisión urgente en la leche en polvo y los quesos. ACC
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