La Corte Suprema de Justicia de España condenó al actual presidente ejecutivo del Banco Santander, Alfredo Sáenz, a tres meses de prisión y de inhabilitación para ejercer funciones en banca por un delito de acusación falsa contra unos deudores de Banesto, entidad que presidió tras ser intervenida en 1993.
Los magistrados han estimado parcialmente el recurso de Sáenz y de los otros dos condenados -el abogado Rafael Jiménez de Parga y el ex directivo de Banesto Miguel Ángel Calama- al entender que no hay pruebas de que cometieran un delito continuado, al tiempo que también han tenido en cuenta como atenuante las "dilaciones indebidas" que ha sufrido el proceso.
Los magistrados de la Sala de lo Penal del Supremo, que han tardado casi tres meses en redactar la sentencia, han decidido finalmente rebajar la pena que impuso la Audiencia Provincial de Barcelona en diciembre de 2009 a Alfredo Sáenz, que fue condenado a seis meses de prisión por el delito continuado de acusación y denuncia falsa pero fue absuelto del de intento de estafa procesal.
La sentencia, que cuenta con el voto particular de uno de los cinco magistrados que componían el tribunal, José Manuel Maza, asegura que la Audiencia Provincial de Barcelona "omitió explicar las razones" por las que apreció la existencia de un delito continuado, lo que obliga a rebajar la condena.
Contrariamente al fallo que se filtró a mediados de enero (por el cual se imponía a Sáenz una condena de ocho meses de prisión e inhabilitación), el Supremo ha rechazado asimismo la existencia de un delito de estafa procesal.
Además de la condena a tres meses de prisión y de inhabilitación a Sáenz, Jiménez de Parga y Calama, el Supremo también les ha impuesto una multa de 400 euros a cada uno.
El presidente ejecutivo del primer banco español recurrirá la sentencia al Tribunal Constitucional, lo que previsiblemente dejará en suspenso la ejecución de la condena, aunque el Banco de España está habilitado
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