El panel de asesores de la FDA (la agencia estadounidense del medicamento) ha dado por unanimidad (18 votos a favor y 0) en contra la comercialización de un nuevo fármaco para la hepatitis C -telaprevir de la compañía Vertex Pharmaceuticals- que prácticamente duplica las tasas de curación de la única terapia que existe en la actualidad para tratar la enfermedad: el interferón y la ribavirina.
No es la única alegría para los más de 170 millones de personas que viven en el mundo con hepatitis C. Esta misma semana, los asesores también han votado a favor de otro fármaco -boceprevir de Merck & Co- cuya tasa de éxito ronda el 66%. Eso sí, ambos medicamentos, que inhiben la proteasa, una enzima que utiliza el virus de la hepatitis Cdeben tomarse junto a la terapia estándar actual, pero logran acortar el tratamiento. En vez de un año, basta con seis meses.
Pero no todo es de color de rosas. Los efectos secundarios, especialmente graves sarpullidos que experimentó un reducido número de pacientes -incluyendo a tres que desarrollaron el síndrome Stevens-Johnson- que tomaban el telaprevir, preocupan a las autoridades sanitarias. Los problemas desaparecieron al dejar la medicación. Por eso, los panelistas piden a la farmacéutica que avise de estos riesgos y a los médicos que estén pendientes de cualquier posible síntoma.
Los analistas financieros ya prevén que los fármacos se convertiran en auténticos best-sellers. Geoffrey Porges, de Sanford Bernstein, reconoce que nunca había escuchado tantos comentarios positivos de la FDA sobre un producto y predice las ventas globales podrían superar los 5.000 millones de dólares en tres años.
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