La economía de Estados Unidos creció menos de lo esperado en los primeros tres meses del año 2011, ya que los mayores precios de los alimentos y la gasolina frenaron el gasto del consumidor e impulsaron una medida amplia de inflación a su ritmo más intenso en dos años y medio.
La desaceleración en la producción también se debió a un duro clima invernal, a una creciente brecha comercial y a un débil gasto gubernamental.
El producto interno bruto (PIB) creció a una tasa anual de 1.8 por ciento, tras haberse expandido 3.1 por ciento en el cuarto trimestre de 2010, informó el Departamento de Comercio en su primera estimación sobre el desempeño de la economía en los primeros tres meses del año.
Los analistas consultados por Reuters habían pronosticado que el PIB, que mide el total de bienes y servicios producidos dentro de las fronteras de Estados Unidos, crecería 2.0 por ciento en el primer trimestre.
"Hay algunas preocupaciones en el panorama. Pensamos que los precios de la gasolina seguirán golpeando la recuperación. Esperamos una recuperación moderada, llevará tiempo antes de que la economía se recupere plenamente", comentó Scott Brown, economista jefe de Raymond James en San Petersburgo, Florida.
(Ayer) miércoles, la Reserva Federal reconoció la desaceleración de la expansión del primer trimestre, diciendo que la recuperación marchaba "a ritmo moderado", un leve retroceso respecto al comunicado de marzo, en el que dijo que la economía iba en un "pie más firme".
La institución indicó que no se apresuraría a empezar a retirar el gran estímulo monetario que le ha otorgado a la economía. También confirmó los planes para terminar en junio su programa de 600 mil millones de dólares para comprar bonos.
El crecimiento del primer trimestre se vio reducido por una desaceleración del gasto de los consumidores, que se expandió a un ritmo de 2.7 por ciento, tras una fuerte recuperación de 4.0 por ciento en los tres meses finales de 2010.
Reuters
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