Hoy se juega en Wembley no solo la copa más prestigiosa del Viejo Continente, sino la supremacía de dos modelos económicos antagonistas: El del club a la vieja usanza donde los dueños son los socios y el de ‘holding financiero’ que busca la rentabilidad y el lucro. La Red Football Limited, propiedad de la familia Glazer, podría pasar por ser uno de tantos ‘holding’ que se mueven como pez en el agua por Wall Street. Manda la fuerza del accionariado y todo se gestiona de acuerdo con los principios que gobiernan el capitalismo. Invierte en la industria de alimentos, envasado, salud o servicios financieros, pero es conocida mundialmente por ser el máximo accionista del Manchester United. Bajo su paraguas, se hace buena la máxima de que el fútbol es un negocio.
Por fortuna para el F.C. Barcelona, que esta noche juega la final de la ‘Champions League’ contra el Manchester United, nada de esto cuenta en el terreno de fútbol, salvo la calidad de los jugadores. Es el factor que equilibra dos formas diametralmente opuestas de entender un mismo deporte. Porque lo que .
Las claves económicas de ambos conjuntos las ofrece en un reciente informe José María Gay de Liébana,profesor de Economía Financiera y Contabilidad de la Universidad de Barcelona. De su trabajo se deducen los aspectos esenciales de la gestión económica en ambos clubes, pero también cuestiones morales de hondo calado. ¿Garantizan los millones el éxito deportivo? ¿Qué es prioritario en el Manchester, la s plusvalías económicas o las transacciones financieras? ¿Son compatibles ambos modelos?
Durante la temporada 2009, el club inglés obtuvo un beneficio neto de 107 millones de euros (93 millones de libras) y a 30 de junio de 2010 ganó cerca de 20 millones de euros. Pero una de sus filiales negoció una línea de financiación en bonos garantizados (deuda senior) por un importe neto de 579 millones de euros (502 millones de libras). También repartió unos 300 millones de euros en dividendos y aportó recursos financieros a firmas vinculadas por 514 millones de euros. Las sumas adeudadas por las empresas matrices y filiales del Manchester United Limited no están garantizadas, lo son sin intereses, reembolsables a la vista y no tienen fechas fijas de pago. Y exactamente lo mismo cabe decir respecto a las deudas contraídas. El fútbol constituye el motor económico para las estrategias financieras no solo del equipo sino también de las compañías matrices y de las subsidiarias.
Enfoques propios del ‘business’ norteamericano para un club de rancio abolengo futbolístico inglés. En definitiva, explica Gay de Liébana, “al más puro estilo de los holdings empresariales pero no en clave futbolística sino auténtica y rematadamente capitalista”, apunta el experto. Normalmente, el Manchester suele aparecer casi siempre como uno de los clubs más ricos del mundo atendiendo a los ingresos, que la temporada pasada rozaron los 350 millones de euros.
Sobre esta teoría, el profesor Gay de Liébana discrepa alegando que la riqueza puede medirse con otros parámetros, como la solvencia o la solidez financiera, criterios en los que destacarían, a su juicio, clubes como el Bayern de Munich o el Arsenal. Su balance presenta un activo total de 1.136 millones de euros, que se descompone en una deuda total de 975 millones y un patrimonio neto de 161 millones. Este patrimonio neto está “menoscabado” a causa del fuerte endeudamiento contraído la temporada pasada. Es más, apunta Gay de Liébana, “sus reservas se han vaciado considerablemente al proceder al reparto de un dividendo de 327 millones de euros.
El quid de la cuestión, al observar el pasivo del Manchester, viene dado por el protagonismo de las deudas bancarias y de carácter financiero que, concentradas en el largo plazo, ascienden a 636 millones de euros., dentro de un pasivo no corriente – con vencimiento a más de un año – que totaliza más de 791 millones de euros. Por otro lado, la deuda a corto plazo se encuentra muy frenada y corresponde principalmente a la actividad operativa. Los ratios de solvencia que analiza el experto también juegan ligeramente a favor del equipo británico. Así, la solvencia global, medida por la relación entre activo total y deuda total es de 1,16 veces, contra un ratio de 0,89 en el Barcelona.
Las cuentas del Barça correspondientes a la temporada 2009/10 ofrecen, tal y como explica el experto, “ serios desequilibrios”, con un patrimonio neto negativo apuntando a los 60 millones de euros. Pero a su modo de ver, “la magnífica oportunidad” de coronarse campeón de Europa en el estadio de Wembley, ofrecería al club catalán unos buenos ingresos que, unidos a su energía deportiva, podrían enjugar en apenas un año los números rojos con los que se cerraron las cuentas anuales reformuladas del ejercicio pasado.
El del Manchester y el Barcelona son dos modelos distintos y sostenibles de entender el negocio del fútbol. El tanto tienes tanto vales como máxima expresión del capitalismo financiero contra la gestión centenaria en aras de los socios y la masa social. Dos concepciones opuestas que libran su batalla en los despachos y en las hojas de cálculo de los analistas. Por fortuna, los millones, las deudas, los bonos, las titulizaciones y demás artificios financieros hoy no cuentan. Solo vale el fútbol
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