A medida que desciende la porción de efectivo de las reservas, aumenta la menos líquida, compuesta principalmente por inversiones en oro que, de representar menos de 20% del total en los años anteriores, ha pasado a tener un peso de 60%. Esta nueva composición de las reservas convierte a Venezuela en un país altamente vulnerable a las fluctuaciones en el precio del oro. En lo que va de año el barril de petróleo venezolano, principal fuente de divisas del país, bate récord y mantiene un precio promedio de 95 dólares, sin embargo, las reservas internacionales no crecen.
Las estadísticas del Banco Central reflejan que la cuenta de las reservas internacionales, donde están depositadas las divisas para cubrir las importaciones y los pagos de deuda, cierra el 4 de mayo en 26 mil 819 millones de dólares, una magnitud que se traduce en una caída de 9% respecto al cierre del año pasado.
Además del descenso, la composición de las reservas también emite señales poco claras en medio de un boom de altos precios del petróleo.
Al cierre de febrero de este año, última fecha disponible, el balance del BCV refleja que las reservas líquidas, es decir, los dólares en efectivo, ascienden a tan solo 2.150 millones, una cantidad históricamente baja.
Los precios del metal amarillo han retrocedido cerca de 100 dólares desde un máximo histórico de 1.575,79 dólares alcanzado el 2 de mayo, por el temor que tienen los inversionistas de que la economía de Estados Unidos, la principal locomotora del crecimiento mundial, sufra una recaída.
Aunque analistas financieros han advertido de la posibilidad de que la burbuja que ha inflado el precio del oro llegue a su fin el descenso aun no es alarmante, pero en el caso de la plata la caída en el precio es de 25% durante esta semana.
El declive de las reservas internacionales obedece a una mezcla de factores. El BCV está obligado a transferir parte de los dólares de las reservas al Fonden, un fondo que administra directamente el Ejecutivo para cubrir gasto.
Al mismo tiempo, Pdvsa sólo le entrega al BCV poco más de la mitad de los petrodólares que recibe y también hay que tomar en cuenta que la producción petrolera ha disminuido.
La menor entrega de dólares al BCV se traduce en un descenso de las divisas para el sector privado.
Cadivi, el organismo encargado de administrar la entrega de dólares al tipo de cambio oficial, aprueba las solicitudes de las empresas pero quien desembolsa las divisas es el Banco Central de Venezuela y en el primer trimestre de este año hubo un recorte.
En el primer trimestre el BCV liquidó para importaciones, remesas, tarjetas y otros sectores 3,3% menos dólares que en el mismo lapso de 2010.
El martes de esta semana el ministro de Finanzas, Jorge Giordani, reconoció en una rueda de prensa que el descenso de las reservas internacionales ha generado alarma pero adelantó un próximo incremento.
Ya comenzó el ascenso y durante esta semana las reservas aumentan mil millones de dólares para cerrar en 26 mil 819 millones.
A menos que haya un cambio de política las reservas no deberían aumentar mucho más. Nelson Merentes, presidente del Banco Central, adelantó que para el cierre del año se espera que las reservas se ubiquen en 27 mil 500 millones de dólares, por lo tanto, las expectativas de crecimiento están limitadas.
El comportamiento de las reservas junto a un acelerado crecimiento de la deuda de la República ha creado inquietud en los inversionistas sobre la capacidad de pago del país.
vsalmeron@eluniversal.com
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