El protagonismo de la jornada de Wall Street fue sin duda para LinkedIn, por lo que finalmente el Dow Jones de Industriales, el principal indicador de la Bolsa de Nueva York, se dejó llevar por el optimismo de esa OPV y cerró el día con un avance del 0,36 % para cerrar en las 12.605,32 unidades.El espectacular estreno en bolsa de LinkedIn, la primera gran red social de Estados Unidos en llegar a Wall Street, impulsó hoy el ánimo comprador de los inversores, que decidieron hacer oídos sordos a las voces de los expertos que vieron en ese debut la gestación de una nueva burbuja tecnológica.
La expectación que levantó la llegada de esa compañía al parqué neoyorquino provocó que sus acciones terminasen la jornada con una impresionante subida del 109,44 % con la que cerró el día a 94,25 dólares por acción, más del doble de los 45 dólares por título a los que fijó su precio de salida.
Algunos analistas se preguntaban si la compañía determinó un precio muy bajo para sus acciones, incluso después de que esta semana tuviera que elevar en un 30 % la horquilla que había previsto originalmente, desde los 32 a 35 dólares hasta los 42 a 45.
Finalmente la compañía fijó el precio en el nivel más alto de ese rango, lo que no evitó que la avalancha de inversores que quisieron hacerse con acciones de la tecnológica provocase que su precio llegase a tocar momentáneamente unos desorbitados 122,7 dólares durante su primera jornada de cotizaciones.
El precio de cierre de LinkedIn supone valorar a esa compañía, que conecta a personas según sus perfiles profesionales y que se ha convertido en una útil herramienta para encontrar trabajo, en unos 8.900 millones de dólares, lo que la equipara a gigantes de ese sector como Twitter.
La euforia desatada en el parqué neoyorquino por LinkedIn demuestra el apetito inversor por las redes sociales y deja claro que el día en el que los cuatro "pesos pesados" de este negocio, Facebook, Twitter, Groupon y Zynga, decidan salir a bolsa, los inversores las recibirán con los brazos abiertos.
La de LinkedIn -que ahora está valorada en unas 590 veces su beneficio de 2010- se ha convertido así en la mayor Oferta Pública de Venta de acciones (OPV) de una empresa de internet de EE.UU. desde 2004, cuando se estrenó en el mercado Nasdaq el gigante tecnológico Google.
"Creo que estas plataformas sociales están aquí para quedarse. Los fundamentos de este grupo de compañías son muy diferentes de lo que vimos en los años 90 (durante la burbuja tecnológica)", respondió el consejero delegado de LinkedIn, Jeff Weiner, cuando se le cuestionó sobre la abultada valoración de la compañía.
Los analistas empezaban a hablar así del comienzo de una nueva era, la de las redes sociales, que podría conllevar además la gestación de una microburbuja tecnológica alrededor de estas codiciadas empresas, que han multiplicado su poderío en los últimos tiempos.
Sea o no una burbuja, lo cierto es que la desaforada subida de LinkedIn centró hoy todas las miradas en Wall Street e impulsó el ánimo comprador de los inversores, que en el arranque de la sesión no supieron cómo reaccionar a las noticias macroeconómicas contradictorias difundidas en Estados Unidos.
Si los inversores habían celebrado antes de la apertura el dato de que la cifra semanal de solicitudes de subsidio por desempleo bajó en 29.000 y se ubicó en 409.000 la semana pasada, media hora después del comienzo de las contrataciones ese ánimo se veía frenado al conocerse dos noticias peores de lo esperado por los analistas.
El ritmo de ventas de casas usadas disminuyó en abril un 0,8 % y quedó en una tasa anualizada de 5,05 millones de unidades, según la Asociación Nacional de Agentes de Bienes Raíces, lo que sorprendió a los expertos, que habían previsto que subieran hasta los 5,25 millones de unidades.
Además, la entidad privada de análisis The Conference Board anunció hoy que el índice de tendencia futura de la economía de Estados Unidos bajó 0,3 puntos en abril, con lo que interrumpió la tendencia alcista de los últimos nueve meses.
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