En una carta al senador Michael Bennet fechada el viernes y difundida el sábado, el secretario estadounidense del Tesoro, Timothy Geithner, advirtió que si el Congreso estadounidense no eleva el límite máximo de la deuda, Estados Unidos se encontraría en falta de pago y no estará en condiciones de cumplir con sus obligaciones financieras frente a "funcionarios, ciudadanos, empresarios e inversores". "Esto sería un acontecimiento sin precedentes en la historia de Estados Unidos", que tendría consecuencias "extensas y catastróficas en la economía del país, al reducir de manera significativa el crecimiento y aumentar el desempleo", detalló.
"Los inversores del mundo serían más reticentes a prestar fondos a Estados Unidos" y, quienes lo hagan, "pedirán tasas de interés más elevadas", lo cual aumentaría los costos de financiamiento del gobierno, empresas y hogares, prosiguió. La deuda estadounidense debería alcanzar el lunes el límite autorizado por el Congreso, pero los parlamentarios se niegan por ahora a ampliarlo.
El Tesoro estadounidense viene previniendo desde principios de abril que el 16 de mayo es la fecha en la cual estará al alcance de la mano el límite de 14,294 billones de dólares, techo legal más allá del cual el Estado ya no puede incrementar su endeudamiento.
El gobierno ha insistido en vano para que el Congreso aumente ese techo, pero el tema divide a los parlamentarios: los republicanos exigen antes "ahorrar miles de millones", según palabras del presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner, algo que los demócratas creen que es peligroso.
De todas formas, el Tesoro afirma poder permanecer por debajo del límite hasta el 2 de agosto mediante varios ajustes contables.
No se puede prever lo que pasaría si el país Estados Unidos no pudiera responder por su deuda.
"La gravedad de este tema es la razón por la que la gente piensa que esto no se va a producir. Es el equivalente financiero a una bomba nuclear", explicó Aaron Kohli, especialista en bonos del Tesoro en Nomuro Securities, a la AFP.
El estado del mercado no revela ninguna inquietud.
"En cuanto a los rendimientos, son más bajos de lo que estaban hace un mes. Así que el mercado está actuando como si no hubiera problema", explica Scott Atkinson, del portal financiero Briefing.com.
Para David Wyss, economista jefe de la agencia de calificación Standard and Poor's, no solo el Tesoro "puede seguir funcionando hasta agosto", dando tiempo al Congreso a llegar a ponerse de acuerdo, sino que además, en caso de situación crítica, el gobierno "hará pasar el servicio de la deuda con prioridad".
"No hay ningún peligro manifiesto de falta de pago", explica a AFP.
Esta agencia de calificación atribuyó el pasado 18 de abril a la nota de la deuda a largo plazo de Estados Unidos una "perspectiva negativa" y dijo que es muy probable que el país pierda en dos años su nota máxima "AAA".
Pero la cuestión del límite de la deuda no interviene en esta creencia, ya que la agencia cree improbable que el problema se eternice.
El presidente de la Reserva Federal (Fed, banco central estadounidense), Ben Bernanke, advirtió del peligro. "Es una propuesta arriesgada no elevar el límite de la deuda en un plazo razonable", dijo ante una comisión del Senado el jueves.
El costo de mantener el actual límite de la deuda será "como mínimo (...) un aumento de las tasas de interés, lo que en los hechos, empeorará nuestro déficit", advirtió el presidente de la Fed.
Según las cifras del Tesoro, la deuda estaba el jueves en 14,256 billones de dólares, es decir 38.000 millones de dólares por debajo del límite.
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