octubre 04, 2010

Cifras que hoy hablan del emprendimiento en Venezuela…



APRENDER A EMPRENDER

Por Centro de Iniciativas Emprendedoras


"Continuando con las cifras que pueden reflejar la realidad nacional en torno a la actividad emprendedora, hallamos datos que llaman poderosamente la atención. Por ejemplo, si bien el índice de actividad emprendedora temprana en Venezuela es elevado, el porcentaje de negocios que permanecen en el tiempo es muy bajo según se desprende del Informe GEM (entre 6 y 8% cada año); a priori coincidimos con el Prof. Vainrub, pues pareciera que poco tiene que ver ser uno de los países más emprendedores con la calidad de los mismos (expresados en la durabilidad en el tiempo) y menos aún con el desempeño económico del país. 

Pero, ¿Qué pasa cuando el desempeño de la economía nacional atenta contra la capacidad de maniobra de los emprendedores?. En cifras aparecidas ayer lunes 05 de abril, comentadas por la Lic. Gleixis Padrón en un reportaje publicado en el diario El Mundo Economía y Negocios, según el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) entre enero y febrero del presente año han desaparecido 94.981 dueños de negocios (personas que califican como empleadores o patronos, de acuerdo con los Indicadores de Fuerza de Trabajo Total Nacional Semestral). Cifra verdaderamente alarmante. Lo es más cuando se precisa que se trata de personas que trabajan por cuenta propia, con al menos un empleado u obrero a su servicio no familiar o aprendiz sin remuneración. 

Las implicaciones económicas y sociales de este hecho tienen una mayor trascendencia cuando se analiza el efecto negativo de esta situación en el desarrollo de una cultura emprendedora en el país, esa que permita superar el tan cuestionado enfoque rentista. A decir verdad el problema es aún mayor cuando la desaparición momentánea (eso esperamos), de quienes han decidido impulsar con esfuerzo anímico y material una actividad económica, no es acompañada de medidas que transmitan mensajes claros de respaldo y aliento para así aprender de los posibles errores y encarar con confianza los desafíos de retomar con mayor entusiasmo y preparación las nuevas posibilidades. 

Más allá de las capacidades individuales o colectivas de la sociedad para llevar adelante emprendimientos exitosos, una vez más se reafirma la importancia de un contexto idóneo para ello; en donde las empresas existentes sirvan de ejemplo y soporte a las nuevas haciendo posible las alianzas y la cooperación, donde el Estado contribuya con políticas e instrumente mecanismos que contribuyan con el desempeño eficaz que en modo temprano puedan alcanzar estos emprendimientos y en el que las universidades, por mencionar tres actores claves, puedan participar a través de lo que mejor deben aprender hacer: preparar a las personas para convertir las ideas en actos. 


Por lo pronto… ¿UD. qué opina?

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