Neuro J. Villalobos Rincón
“La política es el prototipo de toda capacidad humana, ya que su objetivo es la vida feliz y digna de los ciudadanos. En ese sentido, es la continuación y la culminación de la ética.” Aristóteles.
Enorme el compromiso y el trabajo que tienen por delante los nuevos parlamentarios de la unidad democrática. En principio, es necesario que ellos y las organizaciones políticas que han confluido en el propósito de lucha por la democracia y la libertad, asuman la unidad como proyecto político trascendente, de largo alcance, y no como un proyecto meramente electoral. Los resultados del 26S son un ejemplo exitoso del potencial unitario.
La participación de nuestros parlamentarios en la nueva Asamblea Nacional, aún en minoría, constituye una oportunidad histórica de rescatar el contenido ético de la política en Venezuela, de sacudirse todo intento de corrupción, engaño y perversión, y de agotar todos los esfuerzos para el diálogo constructivo y el debate aleccionador.
Los diagnósticos están hechos y estamos convencidos que la crisis del país no obedece exclusivamente a políticas económicas desacertadas sino a una conducción gubernamental y concepción ideológica errada. El deterioro de instituciones básicas en las que se sustenta un Estado Democrático moderno, así como la quiebra moral de la República, complican aún más la crisis económica del país.
Tienen que velar celosamente por la vigencia del Estado de Derecho y garantizar la defensa de los derechos ciudadanos expresados en la Constitución Nacional. La agenda parlamentaria contentiva de 100 propuestas debe asumir como prioridad el cambio en la forma de hacer política económica para rectificar, ya que ello implica también cambios en la forma de hacer política en Venezuela. Así lo expresamos en el documento elaborado por 26 economistas del país denominado: “Crisis económica y gobierno ineficaz: una ideología costosa”.
No obstante, en dicho documento consideramos que hay soluciones para los problemas económicos venezolanos, siempre y cuando se oigan otras voces y se acepten las propuestas que tengan un amplio respaldo de la sociedad. La política social, concluye el documento, “funciona mucho más eficazmente para sacar a grandes sectores de la pobreza, cuando hay crecimiento de la producción, empleos productivos y sueldos y salarios con poder de compra en ambiente de baja inflación.
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