Con el Ibex-35 subiendo más de un 8% en apenas tres jornadas, después de haber caído más de un 14% en el último mes, ¿quién es el inversor que capaz de mantener la sangre fría para mover sus acciones y sacarles el máximo rendimiento en el parqué? Si no es un "broker" profesional, los particulares se la juegan en épocas de volatilidad, como la actual. Por ello, es aconsejable aprender de los errores que se suelen cometer con más frecuencia al operar en Bolsa.
También hay que saber perder. Es la regla básica antes de adentrarse en el mercado de valores. Porque, tal y como se repite hasta la saciedad, "rentabilidades pasadas no garantizan rentabilidades futuras". La Bolsa es un mercado variable en el que las minusvalías se pueden suceder durante varios días, semanas o meses. ¿Es ésa una razón para abandonar sus posiciones en el parqué? Para Ramón Castells, delegado de DifBroker en España, no. "Acertar con una inversión a la primera es muy complicado", explica este experto. Por ello, incide en que, de partida, "hay que plantearse que se va a perder dinero" y ser consciente de que ello puede suceder.
Marcarse mínimos... y máximos. El miedo a perder lo invertido aconseja a fijarse unas referencias de salida ("stop") que se ajusten al perfil del inversor. Pero también es recomendable determinar unos puntos de venta de unas acciones cuando alcancen un nivel máximo. "Si un inversor gana un 20%, también tiene que estar dispuesto a perder un 30%", explica Ramón Castells, de DifBroker. Si ejecutas una orden de venta, "ves fructificar tu inversión y no se queda en una simple ganancia latente que nunca se materializa", explica este experto bursátil.
Mantenerse firme. La elaboración de un plan de operativa en renta variable es esencial al entrar en el mercado bursátil. En esa planificación se deben determinar, entre otros aspectos, los plazos. Unos tiempos que no deben ser traspasados, tal y como recomiendan los analistas. Si se ha fijado una inversión a un año, por ejemplo, debería mantener las posiciones hasta ese momento. Y después, ya decidirá, dependiendo de las circunstancias. Con los "stop" ocurre lo mismo: evite prolongar el nivel de salida, para intentar aguantar un poco más, porque, al final, es probable que pierda demasiado.
Evitar la obsesión. Es bueno informarse de la actualidad; estar al día en los vaivenes empresariales;y analizar los resultados de la economía. Pero no hay que caer en la obsesión de comprobar, minuto tras minuto, cómo se están moviendo los mercados. Y menos, ante el actual panorama volátil, porque puede llevar a errores. Los analistas aconsejan estar pendientes de los parqués, pero siempre desde la perspectiva temporal que se haya fijado en su plan de "trading".
Mantenga la escala temporal. La percepción individual de lo que le está ocurriendo a su cartera también puede llevarle a cometer errores de calado. "Si un inversor pierde un 50% de su posición original y después recupera un 30% en dos o tres jornadas, no tiene en cuenta esta ganancia", asegura Ramón Castells. "Lo que quiere es volver a la posición inicial rápidamente", indica. Y eso no tiene por qué ser ni fácil ni rápido.
Huya de la euforia. Cuando llega una época de vacas gordas, el inversor se olvida de lo mal que lo ha podido pasar hasta llegar a ese momento. Por ello, los analistas aconsejan no dejarse llevar por el entusiasmo y mirar siempre más allá de los objetivos previstos. Este consejo es esencial en épocas como la actual, en la que las ganancias intradiarias pueden ser muy abultadas, pero también las pérdidas.
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