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enero 20, 2011

Hu Jintao defendió el modelo socialista y pidió mutuo respeto ante congreso de EEUU


El presidente chino, Hu Jintao, se enfrentó hoy en el Congreso a sus principales críticos en EEUU, defendió el modelo "socialista" y pidió a Washington "respeto mutuo" y que acepte su soberanía sobre Taiwán y el Tíbet. 


En el penúltimo día de su visita de Estado, que concluye mañana en Chicago, Hu afrontó presiones de líderes demócratas y republicanos del Congreso respecto a asuntos sensibles como la manipulación del yuan, las protecciones a los derechos de propiedad intelectual, la seguridad en la península coreana, y las violaciones de los derechos humanos en China. 


Las reuniones en el Congreso, primero una de una hora en la Cámara de Representantes y después otra más corta en el Senado, fueron a puerta cerrada y, según fuentes legislativas, estas fueron "cordiales". 


Sobre la manipulación de la divisa, Hu respondió que, a su juicio, el problema fundamental es que "China es más productiva" y tienen "costos laborales más bajos", según dijo a los periodistas el senador republicano John McCain. 



McCain dijo que China debe hacer más en el área de derechos humanos y consideró irónico que Obama, Premio Nobel de la Paz 2009, haya dada el miércoles una cena de Estado al líder de un país que mantiene en prisión al disidente Liu Xiaobo, que recibió el galardón el año pasado. 



En la reunión con diez legisladores de la Cámara baja, el tema predominante fue el de los derechos humanos, en particular el encarcelamiento de Liu Xiaobo, y las continuas tensiones con el Tíbet. 



En ese encuentro, tanto el presidente de la Cámara baja, John Boehner, como la líder de la minoría demócrata, Nancy Pelosi, llevaron la voz cantante en las preguntas. 



En un comunicado, Pelosi no indicó si Hu contestó a sus preguntas sobre que China no permitió que ni Liu ni su esposa, Liu Xia, viajaran a Noruega para la ceremonia del Premio Nobel el mes pasado, ni el hecho de que ambos siguen detenidos por "ejercer pacíficamente sus derechos a la libre expresión". 



Según el legislador republicano de Luisiana, Charles Boustany, Hu dio una respuesta "algo evasiva" sobre la situación de Liu Xiaobo. 



Otras fuentes dijeron que, en cambio, Hu instó al Congreso a que profundice sus esfuerzos para eliminar los controles del régimen de exportaciones estadounidenses a China. 



Eso es algo que algunos congresistas están abiertos a sopesar en el marco de un acuerdo en el que el Gobierno de Pekín, a su vez, combata la piratería. 



"Si quieren que relajemos los controles de exportación, o lo que ellos perciben como controles de exportación, entonces ellos necesitan tomar medidas rigurosas para la protección de la propiedad intelectual", dijo Boustany al describir la reunión con Hu a los periodistas. 



El martes, 84 legisladores enviaron una carta al presidente Barack Obama en la que se quejaron de las "continuas violaciones" de China a sus compromisos dentro de la Organización Mundial de Comercio (OMC), y advirtieron de que la paciencia de EEUU "se está agotando". 



El lunes pasado, varios senadores indicaron que presentarán pronto una medida que, al igual que lo hizo la Cámara de Representantes en 2010, presione a China respecto a la manipulación de su divisa. 



Las únicas declaraciones públicas de Hu fueron durante un almuerzo ante un grupo de empresarios estadounidenses, auspiciado por el Concejo Empresarial EEUU-China y el Comité Nacional de Relaciones entre Estados Unidos y China. 



Con traducción simultánea, Hu reiteró varias veces la necesidad de que profundizar la relación y cooperación bilateral en base al "respeto y beneficio mutuos", e insistió en que esta relación no es una en la que un lado gana y el otro pierde. 



"Debemos tratarnos con respeto", dijo Hu, a la vez que enfatizó que los asuntos relacionados con Taiwán y el Tíbet son asuntos de "soberanía e integridad territorial de China, y representan sus principales intereses". 



Hu señaló que, dadas las diferencias en cuanto a historia, cultural y desarrollo económico, "sólo es normal que tengamos desacuerdos y fricciones". 



Por otra parte, afirmó que China busca promover "la igualdad y justicia social", y que su meta es crear un "país socialista moderno" a través del crecimiento económico. 



China no representa una amenaza militar para ningún país porque, al contrario, cree en la búsqueda de soluciones pacíficas a los conflictos, enfatizó. 



Agregó que EEUU y China están comprometidos con la "paz mundial" y la estabilidad del orden internacional, y continúan trabajando hacia la "plena recuperación de la economía mundial". 



Hu propuso mayores intercambios académicos, científicos y culturales, como parte del objetivo de profundizar la relación bilateral. 



El mandatario chino continúa su gira en Chicago en donde sostendrá reuniones con líderes políticos y empresariales, y regresará a China mañana viernes.


China envalentonada


El poder de negociación del presidente chino Hu Jintao se ha fortalecido desde que visitó Washington en 2006. Puede acreditarlo el crecimiento explosivo de China y las tribulaciones económicas de Estados Unidos. 


La economía estadounidense todavía es más del doble que la de China, pero la diferencia se está acortando. La economía de Estados Unidos subió un 16% entre 2005 y 2010. China la duplicó con creces, según el Fondo Monetario Internacional. 



No es de extrañar entonces que el envalentonado Hu haya mostrado poca disposición a ceder ante Washington en cuestiones que van desde la divisa china hasta su apoyo a Corea del Norte. 



Desde su visita anterior, China ha pasado a ser la segunda economía del mundo. Su mercado automovilístico es ahora el mayor. Su rango de usuarios de internet exceden la población total de Estados Unidos. 



Simultáneamente, Estados Unidos ha perdido cinco millones de empleos, ha padecido una grave crisis financiera y ha visto duplicar su tasa de desempleo. 



Son dos economías divergentes. 



"China tiene más peso que antes en términos económicos y políticos'', observa Charles Freeman, sinólogo en el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales en Washington. 

"En China no hay ambiente para hacer concesiones particulares a Estados Unidos''



La situación contrasta con la anterior visita de Hu en 2006. En ese entonces estaba dispuesto a admitir ``que Estados Unidos era sin duda el grandote'', comentó Freeman. Ahora, dentro de China, ``se ventila un debate muy activo sobre el papel internacional que debe asumir China''. 



La creciente influencia china es evidente aun en los arreglos de la cena para la visita de Hu: el presidente Barack Obama le ofreció la suntuosa cena estatal que el presidente George W. Bush le negó en 2006. 



"Estados Unidos necesita a China para lidiar con todos los desafíos que encara'', opina Yuan Peng, director del Instituto de Estudios Estadounidenses en el Instituto de Relaciones Internacionales Contemporáneas, del gobierno chino. 



La crisis financiera y la gran recesión contribuyeron a modificar el equilibrio económico entre las dos naciones. Cuando Hu vino hace cuatro años, la economía estadounidense experimentaba su decimonoveno trimestre consecutivo de crecimiento. El mercado de la vivienda parecía rozagante. Cualquier noción de peligro en el sistema financiero nacional parecía descabellada. 



Sin embargo, fue China la que logró sobrellevar la recesión mundial casi sin dificultades. Por el contrario, Estados Unidos se ha visto en figurillas para vigorizar una economía afectada por la lenta creación de empleos y el alto desempleo. 



El jueves, China reportó que su economía creció nada menos que el 10,3% en 2010. Por comparación, la economía de Estados Unidos parece haber crecido menos del 3% el año pasado. 



China sobrepasó a Estados Unidos en 2009 como el mayor mercado automovilístico con base en el número de vehículos vendidos. Exige a las fábricas extranjeras forjar operaciones conjuntas con socios chinos si quieren llegar a los compradores chinos. Esas sociedades ayudan a las empresas chinas a crecer en el exterior. 



Envalentonada por su éxito, China se resiste a Estados Unidos en una serie de cuestiones. En las conversaciones sobre el clima, por ejemplo, se comprometió a contener las emisiones de gases contaminantes pero ha rechazado límites obligatorios o un sistema de verificación.

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