La Fábrica Nacional de Cementos, anteriormente Lafarge, tiene una situación financiera y productiva crítica, ya que el precio regulado del saco de cemento (8,9 bolívares) incide en el flujo de caja y los ingresos son insuficientes para garantizar el mantenimiento de las plantas y la inversión. La Industria Venezolana de Cemento antes Holcim, también enfrentó obstáculos en el transcurso del primer trimestre del año donde tuvo que realizar paradas programas para poder efectuar los cambios de refractarios y mantener su capacidad operativa.Cementos Venezuela antes Cemex, que maneja el 45% del mercado, en los primeros meses del año registró un menor flujo de caja.
Todas admiten que existe un desgaste de los equipos, lo cual impacta en el rendimiento. A ese factor se añaden los problemas con el suministro de repuestos.
Las cementeras indican que se han presentado retardos en las autorizaciones para las importaciones de los repuestos, por lo cual agrega que "el proceso de compra es largo". Las cementeras en el primer trimestre incrementaron sus ventas en 1,7% y pese a la recuperación, la producción continúa presentando obstáculos.
Las compañías, que fueron nacionalizadas en el año 2008, tienen problemas de flujo de caja por la regulación de los precios, además de fallas con las maquinarias y el suministro de materia prima (caliza).
Aunque las autoridades aseguran que el abastecimiento de cemento está garantizado y que las empresas están operando con normalidad, los informes operativos revelan dificultades.
Un reporte realizado por las cementeras, sobre su gestión en el primer trimestre del año, indica que hay limitaciones que no se han podido superar.
Ante el control de precios, la cementera tiene menos liquidez y el margen de maniobra para realizar las inversiones y la reposición de equipos es reducido, lo que incide en la capacidad de producción.
Las autoridades de la cementera reconocen que la distribución del insumo ha estado afectada por problemas logísticos, que son consecuencia de las dificultades financieras.
A las fallas con las maquinarias y las importaciones, se suma la falta de materia prima (caliza) para la fabricación de clinker y posterior producción de cemento.
Ante la situación que registra la Fábrica Nacional de Cemento, en diciembre el Ejecutivo Nacional le asignó 115 millones de bolívares para mejoras en los equipos, pero la situación no mejoró, y a fines del mes de marzo se autorizó un plan excepcional por la urgencia de incrementar la producción.
Ese programa implicó la inyección adicional de 151 millones de bolívares. El plan del Ministerio de Ciencia e Industrias Intermedias señala que la producción de esa cementera este año tiene que elevarse en 70%.
Al igual que Invecem, Cemento Andino en el transcurso del primer trimestre tuvo que realizar paradas para efectuar las reparaciones de los equipos. Esas medidas al final incidieron en las ventas de la empresa estatal.
marmas@eluniversal.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario