mayo 25, 2011

En Alemania es común premiar a los empleados de grandes empresas con sexo


"Los trabajos son lucrativos porque los organizadores se gastan mucho dinero en ellos", señala una de ellas, quien se muestra sorprendida por la repercusión que ha tenido la noticia sobre "el viaje de incentivos" de la filial de Munich Re. "Si los clientes hubieran tenido que pagar la factura, eso habría sido el colmo", añade. La pasada semana esta aseguradora alemana organizó una orgía en Budapest para premiar a algunos de sus comerciales. Según afirman las profesionales del sexo del país germano, donde la prostitución es legal, se trata de una práctica habitual entre las empresas.
Según explican dos meretrices alemanas al diario Spiegel, las firmas contratan sus servicios de forma rutinaria para fiestas o excursiones.
En Alemania, la prostitución es un oficio reconocido y regulado desde 2002. Los que se dedican a esta profesión, que son fundamentalmente mujeres, cotizan y pagan impuestos como el resto de trabajadores del país.
Es cierto que, de forma directa, los asegurados no pusieron de su bolsillo los 300.000 euros que costó la celebración en petit comité. Sin embargo, es posible que lo hicieran de forma indirecta: muy probablemente el dinero que utilizó la empresa salió de las arcas corporativas.
Según asegura Felicitas Schirow, dueña de un burdel en Berlín, "muchas empresas grandes tienen un presupuesto especial para financiar este tipo de fiestas, de forma que no consten en los balances oficiales".
Shirow explica que estas celebraciones son "comunes", especialmente en el ramo de las aseguradoras, ya que son una buena forma de motivar a los empleados. Pero además del incentivo, estas actividades fomentan otro factor positivo para los trabajadores, el de la camaradería. "Se comparte un secreto y una experiencia, lo que mantiene a la gente unida y le hace estar en deuda con la empresa", añade Monique.
"Para mí, lo sucedido en Ergo es totalmente normal. Lo único que me ha sorprendido es el tamaño", apunta la dueña del burdel, quien también suele preguntarse de qué forma recompensan estas empresas a sus empleadas.


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