El Gobierno venezolano publicó la semana pasada una resolución que establece cómo se distribuirá la gaveta obligatoria. La porción para financiar compra de vivienda se dividirá en 80% para familias que perciban hasta 3 salarios base (4.222 bolívares) y 20% para grupos que devenguen entre 3 y 5 sueldos mínimos. La modificación de la cartera hipotecaria de la banca para destinarla sólo a quienes ganan hasta 5 sueldos mínimos, equivalentes a 7.037 bolívares, dejará por fuera a por lo menos 382.000 familias con ingresos mensuales superiores a ese monto, según estadísticas Cámara Inmobiliaria Venezolana.
Desde la aprobación en 2005 de la Ley del Régimen Prestacional de Vivienda y Hábitat, que creó la cartera hipotecaria, los bancos utilizaron estos recursos principalmente para atender a los solicitantes con ingresos superiores al límite estipulado para optar a los créditos del Fondo de Ahorro Obligatorio.
En 2010 el Ejecutivo limitó esa posibilidad al fijar que 80% de la cartera hipotecaria debía destinarse a familias con ingresos de hasta 3 salarios base. Pero dejó abierta una ventana al permitir que el 20% restante se utilizara para atender a quienes ganarán más de eso, sin determinar un monto máximo.
Ahora establece un tope para los préstamos de la gaveta obligatoria que es similar al de los créditos a través del FAO, que está en 7.000 bolívares. Eso coloca a las familias con ingresos superiores prácticamente sin posibilidades de obtener financiamiento bancario para la adquisición de vivienda.
"La resolución no deja opciones para quienes ganan más de 5 sueldos mínimos, lo que afectará a muchas personas. Está bien que se quieran canalizar los recursos para atender a los más necesitados, pero la clase media también tiene problemas de vivienda", señala el economista César Aristimuño.
es La banca ha aclarado que las solicitudes en proceso no corren riesgo, pero fuentes del sector admiten que la atención a futuro de quienes ganan más del tope fijado es una incógnita. "Las entidades están buscando opciones, porque son familias que también necesitan financiamiento", apunta un directivo de una institución financiera.
El establecimiento de un tope de ingreso familiar para solicitar préstamos de la cartera hipotecaria de la banca obedece al enfoque de la Gran Misión Vivienda Venezuela, dirigida a atender a la población de menores recursos y especialmente a los damnificados por las lluvias.
Pero asegurarles el financiamiento no garantiza que puedan adquirir casa.
La capacidad de ahorro de quienes ganan menos de 5 salarios base es limitada. El Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros calculó que la canasta básica costaba 6.636,5 bolívares en abril.
La capacidad de crédito también es reducida. Una familia con ingresos de 7.000 bolívares mensuales puede optar a financiamiento por un máximo de 271.858,8 bolívares, según el simulador de préstamos del Banco Nacional de Vivienda y Hábitat.
Henkel García, director de la firma Econométrica, dice que las posibilidades de estas personas de ahorrar para solicitar un crédito hipotecario dependen del patrón de gastos. "Una pareja joven sin hijos que lleve una vida frugal quizás pueda hacerlo. Pero a una familia más grande le resultará muy difícil".
Agrega que el problema no es solamente reunir la inicial, sino también tener dinero disponible cada mes para pagar las cuotas. Aclara, sin embargo, que los préstamos para vivienda ofrecen la ventaja de ser a largo plazo y tener tasas de interés preferenciales.
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