octubre 16, 2010

Consultorio laboral: de empleado a emprendedor

 Daniel Kumert, coach de CCN Consultores, da sus consejos prácticos sobre los mitos que se deberían derribar cuando se piensa en convertirse en emprendedor después de un despido.

El entorno de quien pasa por este momento tan dificil es probable que diga que en realidad ahora se presenta una nueva oportunidad, lo que es cierto. Pero también es cierto que antes de volcarse al mundo entrepreneur, es necesario analizar fríamente todas las variables.Después de ello, se puede ver este video para tomar impulso.Por otro lado, la Emprear tiene muy buenos datos y asesoramiento para emprendedores.Si hay dudas al respecto, se pueden dejar las preguntas aquí mismo, en los comentarios. Ahora sí, los mitos que hay que derribar, según Kumert:

1. Mientras busco trabajo puedo empezar a armar algo propio como alternativa y ver si funciona.

Hay que convertir el emprendimiento de plan B a plan A y dedicarse de lleno al proyecto. No sirve trabajar un emprendimiento como plan B ya que de este modo no se alcanzan buenos resultados ni se sostiene el proyecto. Primero hay que superar el dilema emprender / buscar trabajo, tomar una decisión y, si se opta por emprender, guardar el CV en un cajón y enfocarse full time en el proyecto.

2. Cuando a uno lo despiden, pasa por una etapa de "síndrome de agenda vacía", en la que es muy difícil comenzar a armar un proyecto propio.

El síndrome de la agenda vacía se supera con trabajo. Cuando uno empieza a elaborar un plan de acción necesita revivir contactos y ponerse a hablar con muchísima gente, lo que va llenando la agenda con reuniones, cafés, charlas, etc. El armado de un proyecto requiere de mucho trabajo, dedicación y construcción de relaciones. De forma que, una vez que comienza el proceso, las 24 horas del día quedan cortas.

3. Emprender es caro, necesito mucha inversión inicial .

La cantidad de dinero requerida para comenzar un emprendimiento es relativa al tipo de actividad que uno quiera hacer. La mejor relación inversión inicial vs ingresos potenciales la constituyen los servicios de consultoría.

En los emprendimientos comerciales, es fundamental cuidar el capital inicial . No necesitamos grandes inversiones en publicidad ni equipamientos muy sofisticados ni el mejor auto. Negociar buenos acuerdos con proveedores también ayuda a cuidar el dinero del emprendimiento. A su vez, no hay que prometer de más al cliente: definir bien el alcance, proyectar los costos de manera acorde y ceñirse a esto. Hay que tener en cuenta que el dinero para cada cosa que adquirimos o en la que invertimos sale de la ganancia neta, que es un porcentaje muy bajo de los ingresos totales.

4. Si no consigno un grupo inversor que apoye el proyecto no lo puedo llevar a cabo.

El principal inversor de nuestra empresa debemos ser nosotros mismos. Buscar inversión externa va de la mano con una cuota proporcional de entrega de control a terceros. Mi sugerencia es darle vida al proyecto a una escala razonable como para sostener la operación inicial con recursos propios, y dejar las rondas de inversión externas una vez que el proyecto se torna rentable y escalable. Recién ahí evaluar la posibilidad de compartir la gestión con otros interesados.

5. La relación de dependencia me da más tranquilidad (obra social, seguro, acceso a crédito)

Sin lugar a dudas, emprender no es para todos. Pero esta decisión no depende de una cuestión de estabilidad vs inestabilidad, sino de la propensión de cada uno de nosotros a tomar nuestro destino profesional/comercial en nuestras propias manos. No existe la garantía de empleo en el mundo actual, como tampoco existe el éxito asegurado cuando uno lanza su propia empresa. La decisión de reinsertarse laboralmente o emprender por su cuenta no debe estar afectada por esta sensación de estabilidad. Obra social, seguro de vida, y demás beneficios son servicios que se adquieren libremente en el mercado, y por lo tanto, deben formar parte de la base de costos de nuestra empresa. Si el proyecto resulta rentable aún, entonces en este sentido es tan estable como cualquier relación de dependencia.

6. La mayoría de mis contactos se encontraban en mi ex empresa.

Esta impresión suele ser la inicial cuando una persona deja una empresa, uno percibe que todas las posibilidades de contactos las pierde junto con el trabajo. Esto no es así. Al rearmar nuestra red de contactos descubrimos que a lo largo de nuestra vida hemos tejido relaciones con muchas más personas de las que creíamos. A su vez, cuando empezamos a generar y reflotar contactos, se forma una cadena a través de la cual vamos estableciendo nuevas relaciones a través de terceros y la red va creciendo cada vez más.A nivel comercial, el problema no es la cantidad de contactos, que suelen ir multiplicándose, sino la calidad. Es importante tener claro el foco. Debemos destinar nuestros recursos a aquellas relaciones que serán más beneficiosas para la empresa, no sólo en el corto sino también en el mediano y largo plazo.

7. Cada licitación en la que participo y no quedo elegido es una pérdida de tiempo y esfuerzo.

Perder deja más información que ganar. Cuando se pierde una licitación se puede saber por cuánto se perdió, quiénes fueron los competidores, quién ganó, por qué ganó, en qué posición del ranking estábamos, etc. En cambio, cuando uno gana es muy difícil saber por cuánto ganó y cuales fueron los principales motivos. Toda la información que uno adquiere cuando pierde sirve para aprender y mejorar la propuesta y la presentación a futuros clientes potenciales.

8. Necesito conseguir clientes medianos y grandes para ser rentable.
Los clientes chicos solo sirven para dar impulso en la etapa inicial pero no representan ingresos importantes.En general, los grandes clientes utilizan su gran poder de compra para maximizar el valor de su dinero, que consiste en minimizar los márgenes del proveedor? Por lo tanto, más allá de una cuestión de volumen, los proyectos terminan siendo menos rentables en términos proporcionales que otros proyectos de menor escala. A su vez, hay que tener presente la dedicación que demanda un gran proyecto y la burocracia asociada. Conviene equilibrar el desarrollo inicial con una diversidad de proyectos de menor escala para afianzar las propuestas, y una vez que la base de la empresa sea sólida, perseguir cuentas de mayor envergadura.

9. El proceso legal y burocrático para armar una empresa es demasiado tedioso, complejo y extenso.Comenzar a emprender es fácil, lo difícil es salir.

En 3 a 6 meses ya se tiene toda la empresa registrada y las facturas listas. El proceso consiste en una serie de trámites que pueden realizarse sin problemas y no presentan grandes dificultades.De todas formas, no debemos esperar a tener todo resuelto para empezar a captar clientes. La búsqueda de potenciales clientes debe comenzar 1 o 2 meses antes, para que una vez que tengamos las facturas tengamos a quien facturarle (hasta que no facturamos no ganamos dinero).

10. A fin de cuentas, el emprendedor termina trabajando más que el que está en relación de dependencia. Al no cumplir horarios estrictos y ser los motores del negocio, el trabajo se convierte en 24/7.

Emprender permite mejorar la calidad de vida y brinda una flexibilidad que el trabajo en relación de dependencia no te permite (manejo de tus tiempos, disfrutar de tu casa, hijos, entrenar, etc.). A su vez, uno tiene la posibilidad de regular el tiempo que le dedica al emprendimiento.

Quien emprende puede optar entre mantener una buena calidad de vida y una rentabilidad buena y estable o trabajar 24/7 para acelerar los tiempos y renunciar a esas cosas.

Es una elección y depende únicamente de nosotros, nuestras prioridades y nuestras ambiciones.-

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