Qué no daría yo porque el Presidente de mi país fuera capaz de un discurso tan sensato
SOLEDAD MORILLO BELLOSO | EL UNIVERSAL
Quien me lo envío no sabía que me estaba haciendo un exquisito regalo. Aquellas letras brillaban como estrellas en medio del ciber espacio. Era un discurso. Un señor discurso. Suave y a la vez con sólida fortaleza, el autor decía cosas así:
"Ustedes saben mejor que nadie que en el conocimiento y la cultura no sólo hay esfuerzo sino también placer... Llega un punto donde estudiar, o investigar, o aprender, ya no es un esfuerzo y es puro disfrute... Qué bueno sería, si en la canasta de la calidad de la vida hubiera una buena cantidad de consumos intelectuales. No porque sea elegante sino porque es placentero.
¡No hay una lista obligatoria de las cosas que nos hacen felices! Algunos pueden pensar que el mundo ideal es un lugar repleto de shopping centers.... No tengo nada contra esa visión, sólo digo que no es la única. Digo que también podemos pensar en un país donde la gente elige arreglar las cosas en lugar de tirarlas... Despilfarrar no es lo que hacen las sociedades más maduras... . el consumismo no es la elección de la verdadera aristocracia de la humanidad. Es la elección de los noveleros y los frívolos... el puente entre este hoy y ese mañana que queremos tiene un nombre y se llama educación... es un puente largo y difícil de cruzar. Porque una cosa es la retórica de la educación y otra cosa es que nos decidamos a hacer los sacrificios que implica lanzar un gran esfuerzo educativo y sostenerlo en el tiempo. Las inversiones en educación son de rendimiento lento, no le lucen a ningún gobierno, movilizan resistencias y obligan a postergar otras demandas. Pero hay que hacerlo. Y hay que hacerlo ahora, cuando todavía está fresco el milagro tecnológico de Internet y se abren oportunidades nunca vistas de acceso al conocimiento.
Yo me crié con la radio, vi nacer la televisión, después la televisión en colores, después las transmisiones por satélite. Después en mi televisor aparecían cuarenta canales. Después los celulares y la computadora... Cada una de esas veces, me quedé con la boca abierta. Pero ahora con Internet se me agotó la capacidad de sorpresa. Me siento como aquellos que vieron una rueda por primera vez... Se están abriendo las puertas de todas las bibliotecas y todos los museos; van a estar a disposición todas las revistas científicas y todos los libros del mundo... todas las películas y todas las músicas. Es abrumador. Por eso necesitamos que todos sepan nadar en ese torrente. Hay que subirse a esa corriente y navegar en ella como pez en el agua. Lo conseguiremos si está sólida esa matriz intelectual.
Escuelas de tiempo completo, facultades en el interior, enseñanza terciaria masificada. Y probablemente, inglés... Porque el inglés no es el idioma que hablan los yanquis, es el idioma con el que los chinos se entienden con el mundo".
No es un ministro de Chávez quien así habla, ni uno de los diputados de la comisión de Educación de la AN ni alguna autoridad de esas nuevas universidades inventadas a la carrera. Es Mujica, "Pepe", presidente del Uruguay. Qué no daría yo porque el Presidente de mi país fuera capaz de un discurso tan sensato. Ya perdí toda esperanza.
Concejal El Hatillo - UNT
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