El presidente chino Hu Jintao procuró el jueves asegurar a los dirigentes empresariales estadounidenses que mantienen vínculos con China que su país no es una amenaza militar a Estados Unidos sino un socio económico dispuesto a conducir al mundo a la recuperación total de la más profunda crisis financiera en varias generaciones.
“Seguiremos comprometidos con la vía del desarrollo pacífico”, dijo Hu en un almuerzo del Consejo Empresarial EEUU-China. “No participamos en carreras armamentistas. No representamos una amenaza militar a ningún país. China nunca buscará dominar o seguir una política expansionista”, agregó.
El grupo, constituido por dirigentes empresariales estadounidenses cuyas compañías tienen acuerdos significativos con China, resultó un público mucho más receptivo que el que el líder chino halló en una reunión anterior con legisladores, donde Hu fue criticado por las políticas de derechos humanos de China y otras prácticas.
El miércoles, Hu pasó gran parte del día en reuniones en la Casa Blanca antes de una cena oficial. El presidente Barack Obama también presionó a Hu en la cuestión de los derechos humanos, pero afirmó que Estados Unidos no debía temer el crecimiento chino. Obama anunció acuerdos comerciales con China por valor de miles de millones de dólares para las empresas.
En el almuerzo del jueves, Hu dijo al público que, aunque el mundo volvía a registrar un crecimiento, persistían muchos “factores desestabilizantes” y que la plena recuperación será un proceso difícil.
China y Estados Unidos son países muy diferentes con culturas y tradiciones particulares, dijo.“Es normal que tengamos algunas diferencias”, agregó.
Sin embargo, agregó que dichas diferencias, o incidentes particulares, no debían afectar la mejora de las relaciones bilaterales.
Agregó que los acuerdos entre ambas naciones debían basarse en “el respeto mutuo y los beneficios mutuos”.
Hu dijo que era de interés mutuo trabajar juntos “para lograr la plena recuperación de la economía mundial”.
El presidente chino fue presentado por el ex secretario de Estado Henry Kissinger, quien como enviado del presidente Richard Nixon fue vital para establecer vínculos formales entre los dos países en 1974.
Kissinger dijo que haber normalizado las relaciones entre Estados Unidos y China“después de tantos años de separación conmovió el mundo”.
Ahora, agregó Kissinger, “estamos trabajando para construir un mundo y no para conmoverlo”.
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