Los altos precios de los alimentos de mayor consumo en el mundo, y la expectativa de baja producción de granos en el 2011, tiene a varias naciones estudiando la posibilidad de aplicar restricciones a las exportaciones, con el fin de garantizar el abastecimiento interno.
Como ya lo hizo Rusia, otros países buscan mantener la seguridad alimentaria. Corea del Sur aumentará el suministro de alimentos y creará una firma de comercialización; por inundaciones, Australia comenzó a sentir el alto costo de los precios de las verduras y las frutas; India realiza con cautela exportaciones de alimentos, en tanto que Japón anuncia que estará vigilante para tomar medidas, si fuera necesario.
El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean- Claude Trichet, portavoz de los gobernadores de los bancos centrales del G10, alertó de la fuerte subida de los precios de algunos alimentos y de la amenaza inflacionista para las economías emergentes.
En efecto, Corea del Sur reveló ayer medidas para combatir la amenaza de una escalada de los precios de los alimentos, con lo que se unió a la intensa actividad de los gobiernos que están cada vez más preocupados por la posibilidad de que la inflación descarrile la reactivación.
El Gobierno hizo una lista de 16 productos agrícolas y de la pesca para las reservas adicionales, después de que el presidente Lee Myung-bak declaró una guerra contra los precios el 4 de enero, en el primer Gabinete del año.
Los banqueros centrales reunidos en un encuentro organizado por el Banco de Pagos Internacionales (BIS, por sus siglas en inglés) advirtieron el lunes pasado que la subida de los precios en las economías de rápida expansión era una creciente amenaza y que era importante anclar las expectativas inflacionarias.
El G20 también se involucró en el tema, cuando la semana pasada prometió que actuaría para hallar la forma de bajar los altos precios de los alimentos.
La escalada de los precios de la comida ya impulsó la inflación general en países como Brasil, China e India, llegando incluso a los dos dígitos en algunos casos, y obligando a los productores de Indonesia a montar guardias para cuidar sus valiosos cultivos de pimientos.
La agencia alimentaria de la ONU brindó un incómodo recordatorio de la crisis alimentaria global del 2008, cuando estallaron disturbios en varios países y otros prohibieron las exportaciones de alimentos, al reportar la semana pasada que los precios mundiales de estos ya superaban los niveles de ese periodo turbulento.
Los expertos también critican las bajas tasas de interés, que incentivan la inflación. En EE. UU. se sitúan entre el 0 y 0,25 por ciento; en Japón en 0,1; en la zona del euro en el 1 y en el Reino Unido en el 0,5 por ciento.
Alzas en las ventas de granos a futuro ya rondan el 50%
Los precios de los futuros de trigo estadounidense ascendieron un 47 por ciento el año pasado, los del maíz más de un 50 por ciento y la soya un 34 por ciento.
La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) dijo en su reporte que los precios de los cereales principales podrían subir todavía más.
Por su parte, Arabia Saudita anunció que aumentaría las reservas de trigo para cubrir sus necesidades por un año, en lugar de seis meses.
Al igual que otros estados del Golfo Pérsico, Arabia Saudita se vio afectado por la escalada de los precios del 2008. Desde entonces, ha buscado alquilar y comprar tierras agrícolas en naciones en desarrollo para mejorar la seguridad de su suministro alimentario.
En un reflejo de las crecientes preocupaciones acerca de los precios de los alimentos, Indonesia dijo la semana pasada que eliminaría los impuestos a las importaciones de trigo, soya y forrajes.
Su presidente instó a la población a plantar sus propios alimentos con la idea de atenuar las presiones sobre los precios.
En Argelia, el Gobierno suspendió los derechos aduaneros y los impuestos a las importaciones de azúcar y aceite de cocina tras unos disturbios por los alimentos.
Varias ciudades argelinas que experimentaron días de disturbios volvieron a la normalidad el domingo, dijeron habitantes, luego de un brote de malestar desatado por una gran alza en los precios de los alimentos.
Bangladesh lanzó una iniciativa para distribuir arroz y trigo a los más pobres, al tiempo que Etiopía impuso límites de precios.
47% subió en 2010 el precio del trigo de Estados Unidos, en tanto que el del maíz lo hizo en 50%.
El Gobierno de Francia prende las alarmas
Francia dijo ayer que está preocupada por las fuertes alzas de los precios globales de los alimentos, en un nuevo llamado a una regulación más estricta para evitar que la especulación en las materias primas conduzca a abruptas oscilaciones de los mercados. “Esto es motivo de preocupación y pienso que urge lograr res- puestas concretas y herramientas eficaces para evitar las oscilaciones, dijo el ministro de Agricultura, Bruno Le Maire. Los precios de los futuros del trigo casi se duplicaron en el 2010 después de eventos climáticos como la sequía en Rusia y las inundaciones en Australia. La FAO dijo que los precios de los alimentos llegaron a su máximo en diciembre y podrían seguir en alza debido a los erráticos patrones climáticos globales.
Inflación de alimentos en Venezuela
Venezuela no escapa de esta realidad. Las últimas cifras del BCV reflejan una inflación en los alimentos, en el 2010, que llega al 33,7%. Y al buscar la inflación al mayor en productos agrícolas llegamos a la impactante cifra de 51,6%, en tan solo 12 meses. El Índice de inflación general para el año pasado fue de 27,2%.
Para el 2011, tenemos una devaluación de Bs. 2,60 x $ a Bs. 4,30 por dólar. Esto incidirá aún más en la inflación de los alimentos, en vista de alta dependencia que tenemos de las importaciones, que si le añadimos el alza en los precios internacionales, se dan dos importantes razones para que el alza en los precios de los alimentos continúe fuertemente presionado este año y continúe erosionando el poder adquisitivo de los venezolanos e inclusive colocar en riesgo el poder tener acceso a algunos productos de este sector.
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