Tres jóvenes gaditanos han creado un sistema para generar energía eólica que se puede ubicar en espacios urbanos, como rotondas o parques, y abastecer de electricidad hasta veinte viviendas, un "invento" que ha captado el interés de empresarios e inversores desde Arabia Saudí a Alemania.
Los tres jóvenes, Jacob Jiménez, Carlos Páez y José Antonio Ruiz, han denominado a su invento "Ethan 100kW", una turbina vertical que necesita un espacio de instalación de 14 metros de diámetro y 20 de altura y que, además, está diseñada con unas paredes serigrafiables, lo que le permite convertirse en una gigante pantalla publicitaria.
Tres años de trabajos e investigaciones de ingeniería y diseño han sido necesarios para este proyecto, que ha recibido ya informes favorables de numerosas auditorías internas de primer nivel a las que ha sido sometido y que ahora está listo para comenzar su fabricación, a la espera de que sus creadores encuentren el socio financiero de esta aventura.
El sistema, según ha explicado a Efe Jacob Jiménez, cubre un espacio nuevo de las energías renovables eólicas porque está "entre los grandes parques eólicos y las pequeñas máquinas de entre uno o diez kilowatios que sirven para pequeños autoconsumos", las dos opciones que existen actualmente.
Su sistema es capaz de generar 100 kw, suficiente potencia como para alumbrar una gran avenida de una ciudad con luces led o para abastecer una urbanización de veinte viviendas unifamiliares.
"Para conseguir 100 kw en energía solar se necesita una cubierta de mil metros cuadrados de placas solares", apunta Jacob Jiménez, que además destaca que, a diferencia de los grandes parques eólicos, "Ethan 100kw", descarga en baja tensión, con lo que suministra energía directamente para la red del consumidor, sin necesidad de transformación.
Cada turbina tiene un coste de unos 600.000 euros (la publicidad de sus paneles gigantes podría generar unos 3.000 euros mensuales) y tiene una fácil instalación en una estructura de hormigón. "En España poner en marcha un parque eólico necesita unos siete años de trámites, un parque de unas diez turbinas necesita una inversión de entre cuarenta o cincuenta millones de euros y, como evacúan la energía en alta tensión, se necesitan después subestaciones de transformación hasta llevar la energía a las casas", explica Jacob Jiménez.
Otra de las ventajas de su invento es que está diseñado con un sistema de paredes que optimizan la generación de energías, sean los vientos fuertes o débiles.
Para ello, una memoria inteligente calcula la velocidad y dirección del viento y en base a estos datos hace rotar unas paredes, que optimizan la generación de energía por parte de una turbina que "con vientos de dos o tres metros por segundo ya empieza a girar" y no tiene por qué detenerse, como pasa en el resto, cuando el viento es demasiado fuerte.
Jacob Jiménez explica que su diseño de vanguardia hace que cualquier espacio urbano, como una rotonda o un centro comercial, pueda acoger una unidad de "Ethan 100kw", que ha sido creada para que no emita ruidos por encima de los cincuenta decibelios, "como una máquina de aire acondicionado".
La Universidad de Cádiz y diversas administraciones, como la Diputación Provincial de Cádiz o la Junta de Andalucía, han apoyado esta iniciativa que antes de tener fabricada su primera unidad ya tiene "doce intenciones de compra".
"Ofertas no nos faltan", dice Jacob, que explica que la empresa que han creado para lanzar este proyecto, Alesia Quantum, (un nombre que entre otros símbolos incluye las iniciales de Alonso Quijano, el ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha que se enfrentó a los molinos de viento) está a la búsqueda de un socio inversor adecuado y tiene ya propuestas de Argentina, Arabia Saudí o Alemania.
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