septiembre 14, 2010

La segunda entrega

La soberanía nacional es uno de los temas preferidos de Hugo Chávez para hacer sus reiteradas alharacas. Este tema ha servido para legislar leyes draconianas, así como para perseguir y hasta condenar a prisión a cuanto adversario político se le antoje.
La ironía con esta fijación revolucionaria es que el Gobierno de Hugo Chávez es el que más ha socavado la soberanía de Venezuela. Primero con la entrega a la Cuba comunista de los Castro de áreas sensibles de seguridad y defensa del país, en áreas de identidad y registro de sus ciudadanos, de salud y educación.
Peor ironía es que los estragos de sus malas políticas públicas, en especial en el área económica, ahora profundizan de manera draconiana la pérdida de la soberanía nacional. Tal como drogadicto que vende su alma para satisfacer su adicción, el Gobierno de Chávez está hipotecando y vendiendo el país a cambio de dinero para sostener su régimen.
Sin embargo, Chávez tiene una piedra en este camino ya que los mercados internacionales tradicionales están cada vez más renuentes a otorgar préstamos a Venezuela. Y, si prestan, lo harían en montos menores y con altos intereses. Como ejemplo, está el Bono Global Amortizable 2022, que llegó al mercado recibiendo 16% a su vencimiento; es decir, un bono chatarra que será una barrera para futuros endeudamientos.
Pero, como en río revuelto hay ganancia para pescadores, en el caso actual de Venezuela el pescador que se está llevando las ganancias es la comunista República Popular China, quien ahora viene en "rescate" de la revolución bolivariana, por supuesto a un alto costo para los venezolanos.
Sólo en lo que va de año, China ha ofrecido prestarle al Gobierno de Chávez unos $20 millardos, lo que sumaría $28 millardos desde 2007. A cambio está tomando el control de vastos sectores de la economía.
Algunas participaciones de los chinos ya han sido anunciadas oficialmente. Éste es el caso de las inversiones previstas en empresas mixtas con estatales venezolanas, entre ellas, las del área petrolera de la Faja del Orinoco y las que realizarán dentro del plan de desarrollo agrícola del Gobierno. Otras están aún en discusión, como son las participaciones en las industrias del gas, electricidad, metales ferrosos y no ferrosos, metales preciosos, carbón y otras materias primas. Los chinos también construirían por lo menos cinco nuevas plantas de generación termoeléctrica. Esto sin contar con otras incursiones chinas de manera soterrada, sin anuncios ni licitación pública, en un nuevo terminal para contenedores en Puerto Cabello, así como la construcción de la totalidad de las carreteras y puentes que se necesitan en la Faja.Parece que no eran alardes de Chávez cuando declaró en Pekín en diciembre de 2004 que los recursos gasíferos y petroleros de Venezuela estarían al servicio del desarrollo económico de China para las futuras generaciones. Hoy queda claro que para garantizar su permanencia en el poder, Chávez le hará entrega de Venezuela a China. 
. Disponible en inglés en: www.veneconomy.com a partir de las 4:00 p.m.

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