diciembre 15, 2010

Redes sociales han perdido información, generando problemas en la Web.

Netflix revela historiales de rentas


 (Foto: CNNMoney.com)(Foto: CNNMoney.com)
Hace cuatro años, a Netflix se le ocurrió lo que parecía un ingenioso plan para mejorar su algoritmo de recomendación de películas: convertirlo en un problema abierto al público y ofrecer un premio de un millón de dólares por la mejor solución. Pero la compañía de renta de videos y proyecciones instantáneas descubrió que ‘anonimizar' la información no es nada fácil. 
Para la primera edición del Premio Netflix en 2006, la compañía publicó 100 millones de calificadores de películas supuestamente anónimos. Cada uno incluía la identidad única de un suscriptor, el título de la película, el año de lanzamiento y la fecha en la que el suscriptor calificó la película. Los participantes debían desarrollar un algoritmo que fuera 10% mejor que el sistema existente de Netflix para predecir cómo los suscriptores calificaban otras películas.
Tan sólo 16 días después, dos investigadores de la Universidad de Texas anunciaron que habían identificado a algunos de los usuarios de Netflix en el set de información. En algunos casos, Arvind Narayanan y Vitaly Shmatikov lograron identificar objetivos comparando sus comentarios en Netflix y la información de otros sitios como IMDb. Lo peor fue que descubrieron que si conocías algunas películas que algún suscriptor de Netflix había rentado en cierto periodo de tiempo, podías manipular esa información para descubrir el resto de su historial de críticas.
A pesar de los hallazgos de UT, Netflix continuó el concurso y nombró a un ganador del millón de dólares. Pero cuando Netflix intentó lanzar otro concurso en 2009, con información de suscriptor que incluía género, código postal y edad, el impedimento se manifestó en forma de demanda. Una demandante dijo que había sido "irreparablemente herida por la publicación que Netflix hizo de su información".
Esa mujer es una madre lesbiana que no se ha abierto a su orientación sexual. Ella levantó la demanda como ‘Juana Pérez'. Como dice su documento legal: "para algunos, rentar una película como Secreto en la Montaña o La Pasión de Cristo puede ser un problema personal que no quieren hacer público ante el mundo".
Después de meses de pleito, Netflix canceló el segundo concurso y llegó a un acuerdo con la demanda. El abogado principal, Scott Kamber, de KamberLaw, dice que cree que Netflix intentó genuinamente proteger la privacidad del usuario, pero no lo logró.
"El concurso fue astuto, pero no tomaron en cuenta un aspecto de la privacidad en el que creo que los hicimos pensar", dijo Kamber. "Netflix estaba en su infancia, así que realmente cometió un error mientras intentaba hacer lo correcto".


Usando Facebook contra una paciente


(Foto: CNNMoney.com)(Foto: CNNMoney.com)
Cuando a la hija de Dawn Beye se le diagnosticó anorexia hace seis años, pensó que no habría nada peor, pero sí lo hubo: la compañía aseguradora de Beye intentó usar la presencia en línea de su hija enferma en su contra. 
La hija de Beye fue internada en una institución para su tratamiento, a un costo de 1,500 dólares al día. Beye, una maestra de Nueva Jersey, estaba asegurada por medio deHorizon Blue Cross Blue Shield, pero la cobertura de su hija se acabaría al término de 30 días, pues Nueva Jersey consideraba los desórdenes alimenticios como "enfermedades mentales sin fundamentos biológicas". Horizon no respondió a la solicitud de comentarios.
Beye estaba impactada. "Tuve que rogar, pedir prestado y robar para mantenerla en la institución. Estaba abriendo tarjetas de crédito en cada lugar que podía. Llegas a un punto de desesperación total, pues se trata de la vida de tu hijo". Finalmente, Beye levantó una demanda contra Horizon, uniéndose a otras familias a cuyos hijos también se les había negado la cobertura para el tratamiento de desórdenes alimenticios.
El caso tomó un giro inesperado en 2007: Horizon exigió acceso a los diarios en línea de sus hijos y a sus correos electrónicos, así como a sus perfiles de Facebook y MySpace, en un esfuerzo por probar que los desórdenes alimenticios no tenían fundamentos biológicos.
"Nunca pensé que las publicaciones en línea pudieran ser usadas en contra de mi hija", dice Beye.
Un juez dictaminó que la información de los jóvenes debía ser entregada para su análisis. A principios de 2008, Horizon se quejó de que la fecha límite había llegado y que no había recibido toda la información que solicitaba. Poco después, los abogados de las familias llegaron a un acuerdo con Horizon fuera de los tribunales para que los perfiles no tuvieran que ser entregados, y en 2009 llegaron a un acuerdo para cerrar el caso. 
Beye y las otras familias recibieron una compensación por el gasto del tratamiento de sus hijos, y Nueva Jersey se convirtió en el 13º estado en Estados Unidos en reconocer que los desórdenes alimenticios son una enfermedad mental con fundamentos biológicos.
Pero Beye sigue frustrada por los años que le tomó obtener la cobertura para su hija, quien volvió a recurrir a un tratamiento contra la anorexia en enero. Está molesta por la cuota que este problema le cobró a su hija. "Ella no debió haberse preocupado ni apenado por sus viejos diarios cuando lo que ella intentaba era curarse".

Facebook le pide la mano a desconocida


 (Foto: CNNMoney.com)(Foto: CNNMoney.com)
Facebook Beacon sigue siendo una de las manchas más oscuras en la historia de la red social, que apenas era un polluelo cuando lanzó su iniciativa para hacer dinero ennoviembre de 2007
Beacon absorbía información de sitios web externos y publicaba esas actividades en la pared de un usuario. La idea era promover los sitos de compra en los que los usuarios elegían comprar. En un comunicado de prensa de Facebook sobre el lanzamiento de Beacon, que incluía a 44 socios, la compañía llamó a Beacon "un elemento central del sistema de publicidad de Facebook".
Pero los miembros de Facebook encontraron sus compras en línea publicadas en sus perfiles sin su consentimiento. Tuvieron que tomar la decisión de salirse. La analista de Forrester Research, Charlene Li, publicó en su blog que la compra de una mesa de café en Overstock.com llegó su muro de Facebook sin ninguna advertencia previa.
"Hoy en día, Facebook fijó la expectativa de que las cosas son públicas", dijo Li a CNNMoney en una entrevista la semana pasada. "Pero en 2007, los usuarios asumíamos que teníamos el control, así que fue algo impactante".
Un comentador llamado Will publicó en el blog de Li que él había comprado un anillo de compromiso de diamantes en Overstock, preparando una sorpresa de Año Nuevo para su novia. "En cuestión de horas recibí llamadas de felicitación por haberme comprometido. Después supe que Overstock había publicado los detalles de mi compra, incluyendo una liga al artículo y el precio del mismo, todo en mis notificaciones de Facebook, así como en la lista de notificaciones de todos mis amigos... incluyendo a mi novia".
Li dice que no ha logrado confirmar la historia, pues Will no dejó ninguna información de contacto; pero la noticia no tardó en esparcirse por internet. Después, los usuarios de Facebook comenzaron a quejarse de que sus compras habían sido publicadas en sus muros después de que explícitamente decidieron no tener la aplicación. El 29 de noviembre, el New York Times citó a un ejecutivo de Facebook que insistía en que los usuarios tenían la opción de no formar parte del programa Beacon. Pero ese mismo día, el investigador de seguridad, Stefan Berteau, publicó una nota donde dijo que había descubierto que aún se recolectaba y enviaba información a Facebook, incluso si los usuarios decidían no formar parte de la aplicación o si no estaban conectados a Facebook.
A menos de un mes del lanzamiento de Beacon, Facebook cambió a Beacon para convertirlo en un sistema optativo y agregó una configuración de privacidad para eliminar por completo a la aplicación. El presidente ejecutivo de Facebook, Mark Zuckerberg, publicó una disculpa en el blog de la compañía, diciendo que cometieron varios errores al crear esa aplicación, "pero cometimos aún más con la forma en la que los manejamos. Simplemente hicimos un mal trabajo con este lanzamiento, y pido disculpas por eso".
Beacon fue el objetivo de una demanda levantada en 2008, y el servicio cerró en septiembre de 2009.

Google dejaba a tu ex seguir cada paso


 (Foto: CNNMoney.com)(Foto: CNNMoney.com)
Google Buzz, uno de los incursionistas de más alto perfil dentro de las redes sociales, fue lanzado en febrero como una herramienta de mensajería integrada a Gmail. En principio sonaba bien, pero en cuanto entró en vigor surgió una gran falla: activar el Buzz automáticamente hacía que los usuarios dieran seguimiento a publicaciones de todos los que formaban parte de su lista de contactos en Gmail. 
Resulta que mucha gente tiene contactos de correo electrónico con quien no quiere tener ninguna relación, como amigos olvidados o exnovios. Lo peor es que la lista de gente estaba públicamente disponible para todos los usuarios de Buzz. Los usuarios de Android se quejaban de que el servicio ‘jalaba' fotos de sus teléfonos sin su consentimiento, y los expertos advirtieron que los gobiernos represivos en países como China podrían usar Buzz para descubrir a disidentes. 
Una bloguera que escribe bajo el seudónimo de Harriet Jacobs publicó una mordaz e irreverente nota en Gizmodo sobre cómo Buzz había publicado su información personal. "¿Saben quién es mi tercer contacto más frecuente? Mi ex-esposo abusivo. Por eso me emociona tanto, Google, que hayas permitido automáticamente que todos mis contactos frecuentes tuvieran acceso a mi Lector de Google, para que pudieran ver todos los comentarios que hago, y que comparto, sobre todo, con mi novio. Mis preocupaciones de privacidad no son trilladas. Están ligadas a mi seguridad física".
Google no tardó en cambiar sus configuraciones de seguridad para dar a los usuarios de Buzz más control sobre quién ve su información, pero aún así fue atacado con una fuerte demanda días después del lanzamiento de la plataforma. Google llegó a un acuerdo en noviembre, y envió un correo a los usuarios de Gmail para explicarles que daría 8.5 millones de dólares a "un fondo independiente que apoyaría a las organizaciones que promueven la educación de privacidad y políticas en la web".


Un asesino con ayuda de investigadores


(Foto: CNNMoney)(Foto: CNNMoney)
La historia de la muerte de Amy Boyer es un ejemplo extremo de lo que puede ocurrir cuando la información privada cae en manos peligrosas. Boyer no tenía idea de que su ex compañero de la primaria, Liam Youens, llevaba años acosándola. Youens había creado un escalofriante sitio web sobre Boyer, afirmando que ella lo había rechazado en la preparatoria y que desde entonces tenía ganas de matarla.
Según documentos de la Corte, Youens contactó primero al servicio de investigación privada Docusearch.com el 29 de julio de 1999. El día siguiente, pidió el número de Seguridad Social de Boyer. Docusearch obtuvo esa información de una agencia de información crediticia y envió el número a Youens el 2 de agosto por 45 dólares.
Unas semanas después, Youens pagó 30 dólares por un servicio de localización por número de Seguridad Social, que reveló la dirección de Boyer. Aún insatisfecho, realizó algunas solicitudes de 109 dólares por obtener su dirección laboral. Docusearch hizo varios intentos, pero eventualmente la compañía contrató a Michelle Gambino para que llamara a Boyer. Gambino mintió sobre su identidad para convencer a Boyer de que confirmara su dirección laboral.
Youens finalmente obtuvo toda la información que necesitaba para llevar a cabo su sueño obsesivo. Estuvo esperando a Boyer fuera de su oficina por semanas, intentando hallar el momento perfecto para matarla. Finalmente, el 15 de octubre Youens disparó varias veces a Boyer cuando salía del trabajo. Después de matarla, él se quitó la vida.
Después de la muerte de Boyer, sus padres demandaron a Docusearch en la Corte de New Hampshire. El caso llegó hasta la Suprema Corte del estado, que dictaminó que "un investigador que obtiene la dirección laboral de una persona por medio de llamadas telefónicas ficticias podría ser responsable de los daños".
Docusearch no respondió a las solicitudes de comentarios.

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