Washington.- Estados Unidos sigue considerando a Larry Palmer como su embajador nominado para Venezuela y está dispuesto a mantener esa postura indefinidamente, declaró este miércoles el portavoz del Departamento de Estado, Philip Crowley.
Washington considera que es importante tener un embajador en Venezuela pero censura las "tendencias crecientemente autocráticas" en ese país, advirtió el portavoz, informó AFP.
Dos días antes, el portavoz de la diplomacia estadounidense reconoció que la nominación del diplomático Palmer, que nunca llegó a ser aprobada por el Senado, había quedado sin efecto tras el cierre de la 111 legislatura del Congreso en diciembre.
"No hemos cambiado nuestra postura, a pesar de que su nominación técnicamente expiró", dijo el portavoz.
"Lo apoyamos antes de que se cerrara el anterior Congreso y continuamos apoyándolo, y lamentamos mucho que Venezuela retirara su beneplácito, pero el hecho es que no estamos buscando otro candidato", añadió.
Al ser preguntado sobre qué pasaría si se prolonga la situación actual, que ha llevado a ambos países a no tener embajadores en sus capitales, Crowley dijo textualmente: "Estamos dispuestos a seguir así por tiempo indefinido".
El presidente venezolano Hugo Chávez sugirió el martes en tono de broma que tenía sus propios candidatos para el cargo, conocidos simpatizantes de su régimen, como el cineasta Oliver Stone, el actor Sean Penn o el filósofo y activista Noam Chomsky.
"Apreciamos las sugerencias del presidente Chávez, pero el hecho es que no estamos buscando otro candidato", dijo el portavoz.
Unas declaraciones de Palmer a senadores de la Comisión de Asuntos Exteriores sobre la presencia de guerrilla colombiana en Venezuela y sobre el estado de ánimo del ejército venezolano provocaron la irritación de Chávez y el rechazo de plano a la llegada del diplomático estadounidense.
Tras meses de declaraciones cruzadas, Washington decidió el 30 de diciembre retirar a su vez la visa diplomática del embajador venezolano Bernardo Álvarez, una medida suficiente para que éste, de vacaciones en su país, no pudiera regresar a su puesto.
Chávez y la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, se dieron la mano y conversaron brevemente en la toma de posesión de la presidenta brasileña Dilma Rousseff el pasado 1 de enero, dos días después de esa medida, lo que suscitó comentarios en ambas capitales.
El mandatario venezolano, para Estados Unidos el líder más problemático en América Latina, aseguró luego que Clinton le había dicho que quería contar con un embajador en Caracas.
Venezuela entró este miércoles en una etapa política incierta con la llegada de una Asamblea Nacional con fuerte presencia opositora, tras cinco años de ausencia.
Chávez logró del Parlamento saliente una ley que le concede poderes excepcionales para legislar por decreto sobre cuestiones muy diversas hasta mediados de 2012, es decir, seis meses antes de las presidenciales.
"Creemos que un embajador tendría la capacidad de dialogar con el gobierno de Venezuela, pero al mismo tiempo dejaría claro, con nuestra interacción con la sociedad civil venezolana, que apoyamos la libertad de prensa, la iniciativa privada", dijo Crowley.
"Tener un embajador no es una concesión a otro país. Es alguien que sirve a nuestros intereses y protege nuestros valores", añadió.
La Casa Blanca puede volver a presentar a Palmer, que fue embajador en Honduras, como su nominado para Caracas ante el Senado.
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