febrero 22, 2011

Grecia, Irlanda y Portugal deben suspender pagos cuanto antes por crisis en Medio Oriente


BNP Paribas: “Grecia, Irlanda y Portugal deben suspender pagos cuanto antes”Grecia, Irlanda y Portugal deberían suspender pagos y negociar una quita de su deuda cuanto antes, según ha indicado hoy en un encuentro con periodistas el director de Inversiones de BNP Paribas Investment Partners, Prem Thapar Martínez. 
A su modo de ver, los mercados europeos seguirán soportando presiones importantes por la precaria situación de estos países hasta el 25 de marzo, cuando los socios comunitarios podrían presentar una solución definitiva a sus problemas. Este remedio no pasaría por la extensión del mecanismo de estabilidad financiera (EFSF), que ya está funcionando sin mucho éxito, sino por una quita de deuda, es decir, la suspensión de pagos. 

Para el experto del banco galo, todo se puede ver más agravado por el resultado de las elecciones regionales en Alemania, que ya han supuesto un revés para el partido de Angela Merkel en Hamburgo. Y sobre todo, los problemas podrían ir a más en caso de que se extienda la crisis que actualmente golpea a los países árabes.

En este supuesto, Martínez considera que una vez se calmen las condiciones en el mundo árabe, estos países podrían necesitar importantes inyecciones de liquidez, por lo que podrían necesitar la asistencia financiera del Fondo Monetario Internacional. El problema es que sus recursos son limitados, con lo que países como Portugal tendrían más difícil el acceso a los fondos. 

Sobre el estado luso, Martínez ha recalcado que si bien está intentando seguir la senda marcada por España respecto al control de sus cuentas, la realidad es que “ya debería de haber acudido al fondo de rescate”desde el mismo momento en que el bono a diez años superó la rentabilidad del 6,5% (actualmente supera el 7,2%). El problema es que el déficit primario (que no incluye los intereses de la deuda) podría reducirse con un mayor ajuste fiscal, pero no el déficit fiscal (si incluye intereses) con un bono de diez años por encima del 7%. 

En el caso de Portugal, los seguros de impago contra la deuda (CDS) descuentan ahora una probabilidad de que el país tenga que hacer una quita del 20%. Las implicaciones para la banca española estarían claras, pues tendrían que provisionar en un 20% la exposición que tengan a Portugal. 

En cuanto a la situación de la zona euro, desde la entidad gala consideran que los promedios de crecimiento positivo vistos el año pasado enmascaran grandes diferencias entre países. Así, el crecimiento alemán ha sido muy fuerte mientras que Grecia todavía sigue estancada en la recesión e Irlanda podría caer también en la misma. Y en España, el crecimiento se ha mantenido débil tras el estallido de la burbuja inmobiliaria. En BNP Paribas no prevén que estas diferencias desaparezcan rápidamente. 

El problema es que las economías de menor crecimiento tienden a ser también las de mayor déficit presupuestario y las menos competitivas. Y ahora se enfrentan a años de austeridad sin posibilidad de devaluar la divisa, por lo que solo pueden ganar competitividad a partir de un crecimiento limitado de los salarios, cuando no de claros recortes. Además, en sus programas de austeridad, los estados miembro han asumido unas tasas de crecimiento menores que las del consenso de analistas, por lo que “parece probable que hay decepciones y medidas adicionales”. 

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