Jorge Botti, director del sector comercio ante Fedecámaras, y dueño de ferretería, dijo que después de que se suspendió la emergencia eléctrica en agosto de 2010 (decretada por el Ejecutivo en febrero de ese año) disminuyó el interés entre los consumidores en comprar plantas de energía, por lo que a muchos establecimientos le quedaron varios de estos equipos sin vender. Desde el apagón del jueves, que afectó 18 estados del país y se prolongó por más de una hora, las plantas eléctricas volvieron a colocarse en la lista de prioridades de los venezolanos. Avisos en los medios de comunicación impresos lo reflejan.
En pocos días las ferreterías han notado un incremento en el número de consumidores interesados en adquirir uno de los equipos. "Hemos vendido cinco plantas eléctricas en los últimos cuatro días", expresó César Reyes, encargado de Campi Ferretería.
José Martínez, de Comercial La Cadena, coincidió con Botti. Desde que se levantó la crisis eléctrica el año pasado, las ventas de estos equipos bajaron 30%, dijo.
"Pensando que el racionamiento duraría más tiempo, los comerciantes importaron cantidades importantes de plantas que se les quedaron frías; pero con el apagón de la semana pasada seguramente las comercializarán rápidamente", añadió Botti.
Samuel Garaicochea, de Ferretería Antonio Guzzo --establecimiento que el domingo publicó en un diario de circulación nacional un aviso en el que ofrecía plantas eléctricas-señaló que el local tiene en inventario equipos del año pasado y que en aproximadamente 15 días llegarán más plantas, lo que refleja que la empresa hizo nuevos pedidos.
En lo que se refiere a precios, César Reyes indicó que en comparación con 2010 subieron alrededor de 25%. De acuerdo con el uso --doméstico o industrial-- los equipos se pueden conseguir desde 850 hasta 300.000 bolívares. Garaicochea apuntó que los equipos más grandes, que funcionan con diesel, pueden durar encendidas hasta 15 horas ininterrumpidas, pero no más.
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