El precio del barril de Brent cerró hoy en 114,21 dólares, al avanzar un 2,9 por ciento en el mercado de futuros de Londres, pese a que la Fed rebajó la previsión de crecimiento de EEUU para 2011. El Brent cerró al alza pese a que la Reserva Federal de EEUU (Fed) rebajó la previsión de crecimiento de EEUU para 2011 a menos del 3 por ciento, entre el 2,7 y el 2,9 por ciento, al constatar que la economía está creciendo a un ritmo menor de lo esperado.
El petróleo del mar del Norte, de referencia en Europa, para entrega en agosto cotizó en el Intercontinental Exchange Futures 3,26 centavos de dólar más que al cierre de la sesión anterior, cuando terminó en 110,95 dólares.
El precio máximo alcanzado hoy fue de 114,48 dólares, mientras que el mínimo fue de 110,35.
Hace solo dos meses, la previsión para este año era de entre el 3,1 y el 3,3 por ciento. Para 2012, la revisión también fue a la baja, a una franja de entre el 3,3 y el 3,7 por ciento, cuando hace dos meses se estimaba entre el 3,5 y el 4,2 por ciento.
La Reserva Federal de EEUU comenzaba ayer su cuarta reunión del año con la sombra del débil comportamiento de la economía estadounidense y las preocupaciones por el impacto financiero de la crisis de deuda en Grecia.
Ante el incierto panorama, los analistas habían anticipado que la Fed no haría ningún anuncio sorpresa y mantendría su política monetaria sin cambios.
La economía de EEUU, que había comenzado el año con signos positivos de recuperación, se ha desacelerado a medida que ha avanzado el año, algo especialmente preocupante en el caso de la tasa de desempleo, que pasó del 8,8 % en marzo al 9,1 % en mayo.
Por otro lado, la situación de Grecia continúa muy presente y fue otro de los factores tenidos en cuenta en las negociaciones del Brent.
El Gobierno remodelado del primer ministro socialista griego, Yorgos Papandréu, logró ayer el voto de confianza del Parlamento y, aunque sólo tuvo el apoyo de sus correligionarios, salvó así la primera prueba de fuego para cumplir con las condiciones de los acreedores y recibir ayuda financiera.
Antes de iniciarse en la Cámara la votación abierta, Papandréu había pedido apoyo "de todos" a su Gobierno "para afrontar la crisis de forma eficaz, evitar la quiebra, garantizar que Grecia permanezca en el núcleo del euro, para su economía y su seguridad en la región".
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