En su lucha por controlar los precios, las autoridades chinas no sólo han subido los tipos de interés en los últimos meses. Además, han elevado los requerimientos de capital a la banca, restringido las hipotecas y las compras de vivienda y permitido que el yuan se apreciara frente al dólar. China ha elevado los tipos de interés en 25 puntos básicos, hasta el 6,56%, en un nuevo intento de controlar la inflación, que ha alcanzado los niveles más altos desde julio de 2008. Se trata de la tercera subida de tipos en lo que va de 2011.
Además, también ha elevado los tipos de los depósitos a un años desde el 3,25% al 3,5%, según ha explicado el Banco Popular de China en su página web.
El movimiento de hoy vuelve a sembrar dudas sobre el futuro de la economía china, ya que el endurecimiento de la política monetaria podría provocar una ralentización de la economía. En junio, el PMI manufacturero cayó a su nivel más bajo en 28 meses, debido a la debilidad de los pedidos y de la producción.
La inflación "es la primera prioridad de las autoridades chinas a corto plazo", explicó a Bloomberg el economista Peng Wengsheng, de China Internatinal Capital.
La tasa de inflación en China se situó en el 5,5% en mayo (último dato publicado), el peor dato registrado en casi tres años (34 meses), y de nuevo los alimentos y la vivienda fueron los principales responsables de la subida.
El primer ministro chino, Wen Jiabao, dijo el mes pasado que el Gobierno podría no cumplir con su objetivo de IPC, situado en el 4% para el cierre del año, aunque poco después aseguraba que China había conseguido vencer a la inflación. "Estamos seguros de que los aumentos de precios estarán firmemente controlados este año", aseguró Wen en el diario Financial Times.
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