junio 18, 2010

Límites a la intolerancia

La creciente intolerancia del Gobierno de Hugo Chávez y las violaciones a los derechos civiles pareciera que han llegado al límite de lo permisible no sólo para el país, sino también para la comunidad internacional.
Son reveladoras de esto las declaraciones de Catalina Botero, Relatora Especial para la Libertad de Prensa de la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos, ante el Congreso de los Estados Unidos. Botero afirmó que en cuanto a libertad de expresión, Venezuela "está corriendo rápido hacia límites intolerables". Y aunque fue optimista al expresar "que aún es posible echar para atrás", también advirtió que "la situación podría empeorar", por las elecciones parlamentarias del 26 de septiembre.
Más contundente aún es el informe que será aprobado este jueves 17 de junio en la plenaria de la 99 Conferencia Internacional del Trabajo de la OIT que se realiza en Ginebra.
Este Informe presentado por el Comité de Aplicación de Normas de la OIT, parte de que "el respeto de los derechos de los trabajadores y empleadores implica que sus organizaciones tienen que ser capaces de ejercer sus actividades en un clima ausente de miedo, amenazas y violencia, y que la última responsabilidad recae en el Gobierno". Y afirma que la situación de Venezuela causa profunda preocupación por los "actos de violencia contra los líderes de los empleadores y de los sindicatos, la criminalización de las actividades legítimas de los sindicatos y otras restricciones de las libertades civiles necesarias para el ejercicio de los derechos sindicales". Además, rechaza la intimidación ejercida por el Gobierno a través de "las expropiaciones de tierras y medidas contra sus propiedades, y contra la sede de Fedecámaras". E insta al Gobierno de Chávez a establecer "un espacio de diálogo tripartito"; a dejar de interferir en los asuntos de las asociaciones de trabajadores y empleadores; a no ignorar las recomendaciones de la OIT y a legislar sobre las materias laborales, demoradas en estos once años.
En el ínterin, en Venezuela la causa revolucionaria sigue haciendo estragos en la libertad de expresión así como en los derechos laborales y sindicales: 1) Más de 3.500 trabajadores del Banco Federal ven congelados sus salarios tras la intervención del Banco, y sus puestos de trabajo están en pico de zamuro, al igual que lo están los de miles de trabajadores de las Casas de Bolsa y Sociedades de Corretaje. 2) Dos dirigentes sindicales y tres trabajadores de la CVG, tendrán que aguardar con sus derechos civiles restringidos hasta febrero de 2011 para que se les inicie un juicio oral y público, acusados por participar en una protesta por sus derechos laborales. 3) Globovisión ahora corre el riesgo de que la participación accionaria de Nelson Mezerhane pase a manos del Gobierno, tal como lo insinuó el mandatario este miércoles en la cadena nacional del día.
La esperanza es que a Chávez y a sus emisarios se les hará cada vez más difícil taparle al país y a la Comunidad Internacional, la persecución y el sometimiento que inflingen a ingentes sectores de la población.

. Disponible en inglés en: www.veneconomy.com a partir de las 4:00 p.m.

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