Hay quien pueda pensar que Venezuela no tiene tradición teatral, pero a pesar de lo que se pueda creer el teatro en nuestro país ha tenido la suficiente influencia como para dar origen a una de las frases más famosas y universales dichas por cualquier venezolano.Nuestra tradición teatral se remonta a la era Precolombina.
Los aborígenes Mukus y Jiraharas armaban tinglados (una especie de tablado ligero y provisional) donde un hombre, en una ceremonia religiosa y educativa, narraba y dialogaba, cantando y gesticulando.
Arahuacos, Ayamanes y Gayones en la región que hoy delimita a los estados Lara y Falcón también montaban pantomimas de este estilo en los períodos de la siembra y la cosecha. Todavía hoy en día se conserva parte de este acervo en la "Fiesta de la Tura", pero con un carácter más relacionado a la danza.Será el 28 de junio de 1600 cuando se inicie la era del teatro hispánico en nuestra colonia.
El siglo XVIII vería la expansión del teatro a La Guaira y Maracaibo, el estreno de las primeras obras de autoría colonil ("Auto Sacramental de Nuestra Señora del Rosario" y "Loa") así como la construcción de nuestro primer teatro: el Coliseo de Caracas. Inaugurado en 1784 y construido por orden del brigadier Manuel González Torres de Navarra, gobernador y capitán general.
Será en este siglo XIX que el teatro llegará a su apogeo viendo el estreno de variedad de obras criollas, como óperas (siendo Virginia de 1873 la primera), comedias, zarzuelas, y sainetes, así como de los dramas de intención social.En él habría de actuar la primera actriz venezolana de la que se tenga conocimiento, la guaireña Ana María Pinelo.
Con el terremoto de 1812 Caracas perdería su Coliseo y no se vería una nueva construcción de su estilo hasta 1822 donde debutaría se haría popular el sainete criollo "El café en Venezuela" de Isaac Álvarez. A partir de este momento la pasión venezolana por el teatro daría orígen a más de 40 pequeños teatros en la capital.
Será en este siglo XIX que el teatro llegará a su apogeo viendo el estreno de variedad de obras criollas, como óperas (siendo Virginia de 1873 la primera), comedias, zarzuelas, y sainetes, así como de los dramas de intención social.
Sin embargo será una compañía de teatro al mando del catalán José Robreño con la comedia "Excelentísimo señor" que satirizaba al entonces presidente encargado Carlos Soublette la que daría origen a una de las frases más famosas dichas por venezolano alguno. Reza la historia que Soublette la enterarse de la obra que se burlaba de él hizo llamar a Robreño para que le leyera el guión.
Al terminar el catalán El Presidente declaró:"Efectivamente, veo que usted se burla un poco de mí, pero no está mal; yo esperaba algo peor. Venezuela no se ha perdido, ni se perderá nunca, porque un ciudadano se burle del presidente. Venezuela se perderá cuando el presidente se burle de los ciudadanos…
No hay comentarios:
Publicar un comentario