La frugalidad (frugality) no es ser tacaño, si no el buscar el mayor rendimiento de lo que compras; y muchos ricos (los que se hicieron rico con el sudor de su frente al menos) practican mucho estas técnicas. Aquí les pasamos la anécdota traducida al español.
Nuestro millonario, lo llamaremos Anton, entra a un banco muy prestigioso en el medio de la Ciudad de Nueva York y pregunta por un agente del departamento de préstamos. El no le dice a nadie que él es rico, solo le explica al agente que va a ir de negocios por dos semanas y que necesita un préstamo de $5000 para el viaje. El agente le dice que esto puede ser posible, pero que ellos necesitarían un tipo de garantía o aval para otorgarle este tipo de dinero a alguien.
Anton les enseña un Ferrari parqueado al frente del banco. Saca el titulo y las llaves del carro y las pone en el escritorio del agente. El banco procede a verificar que él es el propietario del auto y en menos de 20 minutos le entregan el préstamo de los $5000 dólares. El banco no tiene nada que perder ya que tienen un préstamo de $5,000 asegurados con un vehículo que cuesta un cuarto de millón de dólares.
Anton se fue del banco con sus $5000 dólares y el agente se dirigió al vehículo para estacionarlo en el estacionamiento del banco. El agente le garantizo a Anton que el coche estaría perfectamente a salvo en el estacionamiento. Anton luego salió del banco en rumbo a su destino, la China.
Dos semanas pasan y cuando el banco abre esa mañana Anton aparece y paga el préstamo de $5000 dólares que había tomado mas alrededor de $15 dólares en intereses que por el transcurso de las dos semanas el debía. El agente o gerente pidió que el vehículo se trajese al frente y mientras tanto el agente le pregunta: “Nuestro banco se enorgullece por el nivel de transparencia y nuestro servicio al cliente”, prosigue “y mientras usted estaba afuera nosotros revisamos sus antecedentes, es rutina, y nos dimos cuenta que usted es rico. ¿Por qué usted necesitaría un préstamo de $5000 dólares? No tiene sentido.”
Anton sonrió, tomo sus llaves del escritorio y respondió: “Sabes tú de alguna otra forma que yo pueda estacionar mi Ferrari en el medio de Nueva York por dos semanas, por solo $15, y también esperar que este en la mismas condiciones que lo entregue cuando regrese?” Con esto Anton salió del banco y el agente de préstamos se quedo sonriendo…
Tengan presente que lo más probable que esta historia no es cierta; una persona millonaria lo más seguro tenga un estacionamiento propio para dejar un vehículo, o tendrá un chofer o un avión para que lo lleve a su destino. La esencia es la forma de pensar que se expresa en la anécdota. Para nosotros poder mantener nuestra riqueza debemos de tratar de pagar el mejor precio posible por lo que queremos (y que sea legalmente); y hay veces que debemos de ser creativos para conseguirlo. ¿Qué piensas de la historia? ¿Has hecho algo similar en tu vida para proteger tu patrimonio y ahorrar recursos?
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