La posibilidad de que alguno de los países de la eurozona sea incapaz en 2011 de hacer frente a sus obligaciones de pago y se declare en quiebra o se vea forzado a reestructurar su deuda "no es probable", según Barclays Capital.
En este sentido, una encuesta elaborada por la entidad apunta que el 57% de los inversores asume que el "final del juego" de la crisis de deuda en la periferia del euro será el rescate de otros países aparte de Grecia, aunque apenas un tercio de los encuestados espera una quiebra o reestructuración de la deuda en la región.
"Estamos de acuerdo con estas apreciaciones y pensamos que, al menos en 2011, no es probable un "default" europeo", señala la entidad británica en el informe, donde destaca que los encuestados que consideran oportuno estar "corto" (bajista) en España e Italia duplican a los que apuestan por posiciones "largas" (alcistas).
No obstante, apenas un 4% de los participantes en la encuesta considera posible que la crisis se extienda al conjunto de la eurozona y provoque una ruptura del bloque del euro, lo que sugiere que la mayor parte de los inversores apuesta por la supervivencia del euro.
Por otro lado, un 86% de los encuestados considera que EEUU crecerá por debajo de su tendencia y un 55% apuesta por que la Reserva Federal no ampliará su programa de adquisición de activos del Tesoro, aunque un tercio de los participantes espera que este débil crecimiento lleve a la Fed a un tercer plan de alivio cuantitativo (QE3).
A este respecto, la encuesta elaborada por Barclays Capital constata la profunda división existente en los mercados respecto a la actuación de los bancos centrales de las dos mayores áreas económicas, ya que un 39,5% de los encuestados considera que la Fed comete un error al relajar excesivamente su política monetaria, mientras que un 40,6% opina que el errado es el BCE por su postura excesivamente ortodoxa.
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