enero 27, 2011

Agropatria: dolor de cabeza y claro ejemplo del Socialismo del siglo XXI


La expropiación de Agroisleña se le ha devuelto al Régimen como boomerang. Después que tomaron la decisión fue que el Presidente se informó de la enorme cantidad de créditos a bajo interés que la empresa otorgaba y hubo que sacar dinero del Estado para cubrir el altísimo monto que implican dichos créditos.
Pero eso no es todo. Tampoco el Régimen expropiador conocía lo que Agroisleña significaba para la producción de comida en Venezuela. Los dueños de Agroisleña están dispuestos a dar la pelea, porque hay muchas empresas en Venezuela que son de su propiedad, aunque no aparecen registradas a su nombre, que tienen que ver con la cadena de producción y procesamiento de leche, tuberías de gas, techos de casas, aires acondicionados y empacadoras de alimentos. Es decir que los propietarios de Agroisleña tienen simplemente el suficiente poder para trancar en el momento que lo requieran el flujo de comida en el país.
Los voceros del Régimen le anunciaron a uno de los propietarios de Agroisleña, que ellos pagarían la empresa según el valor que aparece en los libros, con el argumento de que “el capitalismo pretende que se paguen sumas exorbitantes…” Los Fraga aceptaron, pero cuando les advirtieron a los negociadores el Régimen que Agroisleña no tiene deudas y que el valor asentado en los libros es de 5.800 millones de dólares, se quedaron sin respiración.
Todo lo relacionado a Agroisleña, está a nombre de empresas españolas, y los Fraga son dueños de las empresas que son las propietarias de Agroisleña.
Además de expropiar Agroisleña, el Régimen quiso quitarles a los Fraga tres barcos de carga que utilizaban para trasladar la materia prima importada desde Canadá, donde ellos son dueños del 60 %. Resultó que los barcos, que en total son cinco, tienen bandera extranjera, así que tuvieron que darle zarpe.
Los especialistas aseguran que después de la expropiación de Agroisleña la situación alimentaria en Venezuela se agravará y el país puedo simplemente quedarse sin comida.
Los grandes negocios De los cubanos en Venezuela
La salida del Ministerio de la Alimentación del coronel Carlos Osorio, se debió a que éste se enfrentó a los cubanos que están metidos en el sector alimenticio en Venezuela, porque compraron unas plantas de procesamiento de caña para hacer azúcar. Osorio pidió una cotización de las plantas y detectó un sobreprecio de 55 millones de dólares en las que los cubanos adquirieron, que además eran usadas y reparadas. Osorio habló con el propio Hugo Chávez y le explicó lo que estaba ocurriendo y el Presidente le ordenó aceptar la negociación con los cubanos. Osorio le respondió que no estaba de acuerdo y Chávez le exigió la renuncia. 

El coronel Osorio ahora está hablando y asegura que en todos los negocios con Cuba hay sobreprecios.
El ministro que sustituyó a Osorio, un general por casualidad con el mismo nombre, Carlos Osorio, firmó la negociación y las plantas de caña de azúcar nunca se instalaron. 

Un afectado sorpresa En expropiación de Venoco En la reciente expropiación de Venoco, hay un afectado sorpresa. Se trata de José Vicente Rangel Vale, quien fue fundamental en la negociación de venta en la que el célebre Franklyn Durán adquiere las acciones de la empresa. Se espera que Rangel ahora reaccione públicamente pues al parecer el perjuicio económico es grande para él y su hijo, José Vicente Rangel Avalos.

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