¿Cómo funciona?
Primero se inventa un nombre para la moneda que se va a utilizar (en nuestro caso, el “Común”) y esta moneda sirve para dar valor a los bienes y servicios que se ofrecen. Todas las transacciones pasan por el ordenador, y entonces no estamos restringidos a una comunidad sola. Todos los miembros pueden ver las cuentas y transacciones de los demás y así hay transparencia. El Común vale 1 euro aprox., para dar una guía antes de poner el valor a un servicio… pero solamente una idea, porque al final se suele poner el precio que se considera justo… estamos hablando de la justicia, la ética, o la solidaridad, porque de eso se trata, una repuesta al sistema capitalista.
Pero al final estamos hablando del dinero, ¿no?
Sí, pero este dinero (moneda complementaria) está creada por la comunidad según sus necesidades , y entonces nunca es escasa como en el caso de las monedas convencionales. Se queda dentro de la comunidad y está basada en valores reales, no especulativos, sin intereses. Cuando una persona hace cualquier intercambio está ayudando a la comunidad en vez de siempre buscar lo más barato y pisar a los demás para salir ganando. Lo bonito del sistema reside en que siempre el balance está a cero. Siempre habrá gente con crédito y con débito.
Al empezar en el sistema, estamos a cero. Por ejemplo, yo hago un trabajo por ti y me pagas 10 comunes, entonces yo tengo +10 y tu -10. Hay que cambiar el chip de pensar que es negativo o malo tener débito. En este sistema el débito (deudas) significa que has contribuido a la comunidad, y estás comprometido a participar en el futuro. Para dar una orientación solemos decir que una hora de trabajo son unos 10 comunes, pero es flexible, por supuesto.
¿Quién puede participar? ¿Cómo se controla esto?
Puede participar cualquiera que quiera colaborar con la comunidad y beneficiarse de ello: Si sabes hacer pasteles puedes intercambiarlos. Igualmente puedes colaborar si sabes pintar una casa, instalar luces, enseñar matemáticas, atender una tienda, cuidar niños, ancianos o un jardín… También puede que quieras dar una segunda oportunidad a un ordenador, electrodoméstico o mueble en desuso, o dar salida a productos de tu huerto. A veces puede pasar que algunas personas se pasen en acumular mucho débito pero es bastante inusual porque los participantes suelen ser personas solidarias. En todo caso, se suele poner límite, y en Málaga Común existe el límite de 300 comunes de débito.
http://www.malagacomun.org
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