febrero 05, 2011

Eurozona acepta el plan de competitividad de Merkel


Tal y como estaba previsto, la Cumbre extraordinaria de Jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea que se ha celebrado este viernes en Bruselas ha acabado con una aceptación, aunque a regañadientes, de la propuesta franco-alemana para mejorar la competitividad en Europa y hacer políticas de convergencia entre los países. Y no es para menos ya que antes la canciller Angela Merkel había dado marcha atrás en su rechazo a ampliar el Fondo de Estabilización de la Eurozona.
Dentro del capítulo de la mejora de la gobernanza europea destaca la propuesta para hacer un control exhaustivo de todos aquellos aspectos que tengan impacto en la competitividad, uno de los caballos de batalla que ha defendido la canciller alemana en las últimas semanas, así como un refuerzo del Pacto de Estabilidad y Crecimiento con la posibilidad de que los países que rebasen los topes puedan llegar a ser incluso mutados, algo a lo que se negaba la mayoría de países hasta hace muy poco.
En el amplio abanico de medidas con influencia directa en la competitividad figuran, entre otras, la edad de jubilación, la fiscalidad o la indexación de los salarios a la productividad en lugar de a la inflación, cuestiones sobre las que ya han mostrado reticencias Austria, Luxemburgo, España y Bélgica, entre otros.
El Primer Ministro de Luxemburgo y Presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, aseguró que no veía ninguna relación entre abolir la indexación salarial que hay en su país con el aumento de la competitividad.

«Fórmulas de negociación flexibles»

Desde las filas españolas el Presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, se mostró reticente a una abolición de la indexación aunque a renglón seguido abogó por «fórmulas de negociación colectiva flexibles, pero siempre preservando la capacidad adquisitiva de los trabajadores”.
Zapatero estuvo en líneas generales muy dispuesto a seguir al pie de la letra las propuestas alemanas y, en este sentido, apoyó la propuesta de fortalecer por ley el control del gasto público y la estabilidad presupuestaria de las Comunidades Autónomas.
Todas estas propuestas serán analizadas por los líderes europeos a lo largo de las próximas semanas y tomarán una decisión en firme, con propuestas concretas, en una nueva Cumbre extraordinaria de Jefes de Estado de la Eurozona en el mes de marzo.
En el capítulo de acuerdos concretos ha destacado hoy la ampliación en la práctica del Fondo de Estabilización de la Eurozona, también conocido como Fondo de Rescate, para que su capacidad real se acerque a la nominal de 440.000 millones de euros y por tanto superior a los 250.000 millones reales que tiene en la actualidad.

Detalles por decidir

Los líderes europeos han aprobado una declaración específica, anexa a las tradicionales conclusiones, en las que encargan al Eurogrupo que tome las medidas necesarias para «asegurar la necesaria flexibilidad y la capacidad financiera para dar la ayuda adecuada», en referencia a los países de la Eurozona que puedan atravesar por dificultades de financiación, como ha sido el reciente caso de Portugal o la propia España aunque finalmente las tensiones en los mercados de deuda se han apaciguado.
Ahora será el Eurogrupo el que se encargue de dar forma a esta nueva flexibilización del Fondo y la cuestión no es de matiz sino de calado, ya que detrás del «sí» de la canciller alemana Angela Merkel a aumentar la capacidad real del Fondo, no mediante la aportación de más dinero sino mediante una modificación en el sistema de garantías, hay toda una serie de detalles fundamentales por decidir. Entre ellos figuran en lugar destacado las nuevas capacidades que tendrá el Fondo, en el sentido de si podrá dar o no préstamos a los países que pasen por apuros económicos o sustituir al BCE en sus intervenciones en el mercado de deuda mediante operaciones especiales de compra, cuestiones sobre las que hasta ahora no se ha podido encontrar un consenso.

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