El arranque del año, marcado por varios días feriados, constituye un período
poco propicio para las exportaciones, pero el anuncio tomó por sorpresa a los analistas, que se esperaban un ligero excedente de casi 50.000 millones de yenes, según una encuesta del diario económico Nikkei.
Las importaciones aumentaron un 12,4% respecto a enero de 2010, a 5,4428 billones de yenes, arrastradas por un alza del 15,5% de adquisiciones en valor de fuentes energéticas (petróleo, gas y carbón), sobre todo provenientes de Oriente Medio.
La tercera potencia económica mundial encargó más maquinaria, aparatos audiovisuales y teléfonos provenientes de China, el principal socio comercial del archipiélago.
Las exportaciones apenas aumentaron (+1,4% a 4,9714 billones de yenes), una progresión claramente más débil que en todo el año 2010, una época en que los pedidos al extranjero ayudaron a Japón a salir de la recesión de 2008-2009.
Les ventas se estancaron casi a China (+1,0%), a Asia en general (+0,4%) y a la Unión Europea (-0,7%).
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