Durante el año pasado, 1,216 secuestros fueron denunciados ante las Procuradurías estatales y del Distrito Federal, la cifra más alta en dos décadas, de acuerdo con datos del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP).
El Estado de México, con 172 secuestros; Michoacán, con 137; Chihuahua, con 132; Coahuila, con 84, y Baja California y Durango, con79 cada uno, son los estados que tuvieron más incidencia, según la información del SNSP, emitida el 3 de febrero.
A excepción del Estado de México y Michoacán, el resto de los estados se ubica en la región norte del país, donde también se ha recrudecido la violencia por delincuencia organizada.
El secuestro se disparó a nivel nacional a partir de 2008, cuando se denunciaron 907 plagios, más del doble que en 2007, de acuerdo con el SNSP, instancia que coordina las políticas de seguridad entre los tres niveles de gobierno: federal, estatal y local.
Los focos rojos impulsaron al gobierno federal y al de los 32 estados a firmar el pacto Acuerdo Nacional por la Seguridad, Justicia y Legalidad para contrarrestar el fenómeno el 21 de agosto de 2008.
Sin embargo, la curva ascendente del delito continuó con 1,163 casos denunciados en 2009, un 28% más que el año anterior. El ritmo se mantuvo en 2010, con el secuestro del ex candidato presidencial del Partido de Acción Nacional Diego Fernández de Cevallos, cuyo caso fue el de mayor impacto.
Casos sin denunciar
Eduardo Gallo, presidente de la asociación civil México Unido Contra la Delincuencia (MUCD), advirtió que la problemática es peor de lo que registran las cifras oficiales porque éstas sólo se denuncian un caso o un caso y medio de cada 10 por la desconfianza de las víctimas hacia las autoridades.
"Si quisiéramos hablar de los números más aproximados estaríamos hablando por arriba de los 10,000 secuestros en el 2010 (la cifra) no incluye ni secuestros exprés ni secuestros de migrantes", estimó el activista en entrevista con CNNMéxico.
Gallo, quien hace una década persiguió y localizó a los plagiarios y asesinos de su hija Paola, criticó que los estados no han profesionalizado la investigación del secuestro a tres años del pacto nacional.
Un compromiso del acuerdo fue que cada estado conformaría unaUnidad Especializada en el Combate al Delito de Secuestro, con policías, agentes del Ministerio Público y peritos capacitados y certificados.
"La realidad es que no se crearon, sólo hay en dos estados de las 32 entidades federativas, una de ellas el Distrito Federal, pero en los otros 30 estados no se han implementado o no están certificadas, que es lo mismo", dijo en entrevista con CNNMéxico.
Carlos Mendoza, académico de la UNAM y consultor en seguridad, coincidió en que las unidades antisecuestro están constituidas sólo en el papel, lo que permite a la delincuencia continuar rebasando a las procuradurías.
Falta la infraestructura operativa necesaria y personal preparado para negociar, investigar e intervenir, dijo Mendoza, quien fuera secretario técnico del extinto grupo ciudadano evaluador del acuerdo, en entrevista con CNNMéxico.
"Tardará todavía cuando menos un par de años en seguir madurando. Lo que le queda a las instituciones es actuar con mayor celeridad y generar los estímulos para mantener, primero a los elementos de estas unidades con motivaciones, que pueden ser becas, incremento salarial, y, segundo, concentrarse en la investigación de las bandas que generan un alto impacto", agregó el académico.
Del narcotráfico al secuestro
Ambos expertos advirtieron que un factor que detonó los secuestros en los últimos tres años fue la incursión en el delito de las organizaciones criminales que antes sólo se dedicaban al narcotráfico.
José Antonio Ortega, presidente de la asociación civil Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal, alertó que 209 víctimas fueron asesinadas por sus captores en 2010, en parte por la migración de asesinos a sueldo del narcotráfico al secuestro.
Ortega señaló en entrevista con CNNMéxico que algunos gobiernos maquillan las cifras del delito, pues en Tamaulipas se recogen 40 secuestros denunciados el año pasado cuando en ese estado el Ejército liberó a 173 víctimas.
"Va a seguir incrementándose el secuestro, porque la política implementada por el Gobierno federal y los gobiernos de los estados ha fracasado y los secuestradores siguen haciendo su trabajo", adelantó Ortega.
"Empieza a haber ya de todo tipo (de secuestradores), sicarios del narcotráfico, especialmente en el norte del país, por otro lado la delincuencia común se ve robustecida y en tercer lugar los grupos armados clandestinos, los grupos armados guerrilleros, siguen participando en secuestros", advirtió.
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