julio 25, 2012

El liderazgo empresarial de Venezuela presentó plan dirigido a todos los sectores de la sociedad

PROGRESO Y BIENESTAR
 
Mucho hemos hablado en este espacio de la relación directa entre emprendimiento y progreso. Del emprendimiento como elemento intrínseco y constitutivo del ser humano. De la relevancia primaria que tienen las nuevas empresas (en inglés, start-ups) en la creación de más y mejores puestos de trabajo.

Está demostrado, en efecto, que el incremento neto de puestos de trabajo es producido por las empresas de menos de cinco años. También hemos hecho énfasis en cómo las actividades rentistas y la mentalidad distributiva son parte del problema del sub-desarrollo. El estado rentista consigue al cómplice perfecto  en el empresario rentista, creando un círculo vicioso de dependencia y ventajismo que en vez de producir progreso lo único que produce es más dependencia y ventajismo.

Me alegra poder comentarles que en días recientes pudimos constatar con satisfacción que estos planteamientos son compartidos cada vez más empresarios. Y que somos cada vez más los que estamos trabajando para que estas ideas se plasmen en acciones concretas.

Empresario comprometido con el desarrollo

En meses recientes se han estado realizando conversaciones de los líderes empresariales con múltiples representantes de la sociedad: con líderes estudiantiles, académicos, empresarios de la economía popular, representantes de los trabajadores, empresarios de la era digital. Con menos esfuerzo del que pensaba, se lograron concretar seis acuerdos básicos en los que el consenso no fue nada difícil de conseguir. Acuerdos que hablan de desarrollo, emprendimiento e innovación; del derecho a la iniciativa económica y a la propiedad privada; del progreso y la superación de la pobreza; de la necesidad de abandonar el rentismo y de consolidar conductas éticas en un entorno de paz; de la relevancia de la educación; de la reconstrucción de la convivencia ciudadana.

En estas conversaciones, se pudo constatar lo poderoso que es concentrarse en las cosas que nos son comunes; asé sean pocas, en vez de resaltar aquellas que nos dividen.

Creo que nos equivocamos al decir que los seis acuerdos que rápidamente mencioné arriba son comunes a todos los venezolanos.
Al sentarnos a conversar con buena disposición, no encontramos ni tan solo a una persona que prefiera el retraso al progreso o la guerra a la paz. Que no reclamara como suyo el derecho a la educación y a la propiedad privada.

Con base en estos acuerdos, el liderazgo empresarial progresista presentó hace pocos días el
plan Progreso y Bienestar, durante la asamblea anual de FEDECAMARAS. Un plan dirigido a todos los sectores de la sociedad, y no únicamente a los empresarios. Que pone énfasis en los compromisos de los empresarios y no en sus exigencias.

Compromisos que se pueden resumir en cuatro temas principales: ético, desarrollo productivo, educación y bienestar y paz.

Se plantea la necesidad de detener los procesos expropiatorios, de despenalizar el régimen cambiario y de sustituir la inamovilidad por estabilidad laboral .

Tres planteamientos concretos, sencillos de entender y de implementar. Difícil de argumentar en su contra.

Echado el piso con estas condiciones mínimas de entorno, los compromisos que asume el liderazgo empresarial progresista se traducen en propuestas muy concretas y de alto impacto.

Lograr en tres años elevar la inversión privada a 20% del PIB; remontar la capacidad productiva de las empresas que hoy está en 52% para llevarla a 70%; producir un millón de puestos de trabajo y crear 100.000 nuevas empresas.

Además se compromete en participar activamente en la formación de más y mejores emprendedores y en la creación de fondos de capital "ángel" para la inversión en etapas tempranas de la actividad emprendedora.

No hay avances sin emprendimiento

En una época en la que China se inserta en el siglo XXI con la vehemencia de convertirse en la primera economía del mundo en un par de décadas, mientras Europa se achanta al haberse acostumbrado a consumir más de lo que produce, en Cuba los cuentapropistas implementan emprendimientos incipientes y los Estados Unidos siguen apostando a la innovación reinventándose continuamente, queda claro que no es posible progresar sin emprender. No hay bienestar sin creación de valor.

El progreso puede ser detenido temporalmente, puede ser detenido por 10 años, por 50 incluso, pero tarde o temprano, como un dique que se rebosa, se imponen las fuerzas naturales que cada ser humano lleva por dentro y que lo empujan a desear progreso y bienestar

Publicado: El Mundo, Economía & Negocios
Emprendedores
Miércoles 25 de julio de 2012

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