febrero 25, 2011

ONU constata torturas, matanzas y detenciones arbitrarias en Libia


La alta comisionada de derechos humanos, durante su intervención en Ginebra. | Efe
La alta comisionada de la ONU para los derechos humanos, Navi Pillay, reveló este viernes que ha recibido informaciones que indican que "miles (de personas) pueden haber sido asesinadas o heridas" durante la represión del levantamiento popular en Libia.
La violencia con la que el Gobierno está respondiendo a la rebelión civil va en aumento, dijo la alta funcionaria, que mencionó "noticias de matanzas, detenciones arbitrarias y torturas" de los manifestantes.
Con esta denuncia, Pillay inauguró la sesión especial del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, que se reúne de urgencia en Ginebra para evaluar las medidas que puede tomar ante graves las violaciones de los derechos humanos en Libia.
"Las fuerzas libias están atacando a manifestantes y transeúntes, bloqueando barrios y disparando desde los techos. También bloquean ambulancias para que los heridos o muertos sean abandonados en las calles", relató la alta comisionada en su intervención.
Agregó que desde los hospitales se informa de que "la mayoría de víctimas muestran disparos en la cabeza, el pecho o la nuca, lo que sugiere que se trata de ejecuciones extrajudiciales".

Se agotan las reservas de sangre

En tanto, "los médicos están tratando de manejar la situación, mientras que las reservas de sangre y medicinas para tratar a los heridos se agotan".
Tras ese dramático relato, Pillay dijo que varias fuentes apuntan a que en los asesinatos participan milicianos extranjeros, que continuarían llegando a Libia "equipados de armamento ligero por el Gobierno para reprimir las protestas".
Como consecuencia, algunos libios atacan a su vez a inmigrantes y refugiados de otros países africanos porque sospechan que puedan ser mercenarios contratados por el régimen de Muamar Gadafi.
La alta comisionada respondió tácitamente a la más reciente acusación de Gadafi en el sentido de que los manifestantes libios estarían manipulados por la organización terrorista Al Qaeda.
"Lejos de estar manipulados por fuerzas externas, las protestas (de la población) son la muestra del poder del pueblo, del ejercicio de la democracia directa que merece el respeto y el apoyo internacional".

Crece la tensión en Trípoli

La situación en la capital libia se complica minuto a minuto. Según la cadena catarí Al Yazira, se están registrando intensos tiroteos en diferentes barrios de Trípoli.
Algunas fuentes aseguran que los disparos proceden de las fuerzas de seguridad y su objetivo son los manifestantes detractores de Gadafi.
A su vez, se ha sabido que la base aérea de Muitiqa, la mayor de Trípoli, se ha unido a la revuelta contra el dictador.


Opositores se preparan para tomar Trípoli en el Asalto Final



Muamar Gadafi prefiere morir matando que abandonar el poder que regenta desde hace 40 años. Atrincherado en Trípoli ha realizado un llamamiento a la población para combatir a los rebeldes que, después de haber reforzado el control sobre una parte del país, se encuentran ya a las puertas de la capital libia.
Cercado por la fuerza del pueblo libio que ya controla las principales ciudades del este como Bengasi, Tobruk o Misruata, el dictador ha hecho un llamamiento a la desesperada a sus leales para que aplasten las revueltas.
"Salid a las calles, capturarlos y detened a sus jefes", ha recomendado a sus compatriotas el líder libio, quien ha afirmado en un mensaje radiofónico que su país "avanza hacia la guerra civil, la catástrofe".
Sin aparecer físicamente como en el discurso del pasado martes, Gadafi, que decía dirigirse a los habitantes de la localidad de Zaouiya, ha vuelto a insistir en que no dimitirá, ya que él no ostenta el poder en Libia.
"No tengo un puesto oficial para dimitir, soy el jefe de la revolución. Cedí el poder en 1977 y ahora no tengo más que un poder moral. El poder está en manos del pueblo y de sus comités y no soy responsable de las muertes y las destrucciones", sostuvo Gadafi en su intervención, que duró 15 minutos.
Varios testigos señalaron que las fuerzas de Gadafi atacaron este jueves a decenas de manifestantes que se agolpaban a 50 kilómetros de Trípoli, asesinando a 16 personas e hiriendo a 45.
Sin embargo, y pese a la violenta represión del dictador, los opositores no muestran intención de rendirse. De hecho, hoy es el día clave. El día en el que el pueblo libio prepara una protesta masiva, similar a la que acabó con Hosni Mubarak en Egipto, con el objetivo de acabar con Gadafi.
Entretanto, los sangrientos ataques contra los manifestantes prosiguen, mientras la rebelión se ha propagado al oeste y al sur del país donde nuevas ciudades han caído en manos de los que se oponen al régimen de Trípoli.
Y mientras las pequeñas y grandes ciudades libias caen como fichas de dominó bajo dominio de los rebeldes, el movimiento de deserción en el seno de las fuerzas armadas se ha acelerado sensiblemente.
Como un resumen de la situación en este momento en Libia, el ministro de Justicia dimisionario ha afirmado que a partir de ahora "las cosas se encuentran en manos del pueblo y Gadafi acabará por suicidarse como Hitler".
Mientras tanto, la crisis de Libia ha puesto en jaque a Occidente. EEUU, Italia, Francia y Reino Unido han endurecido su postura y han exigido "el cese inmediato del uso de la fuerza" en el país.
Obama, Berlusconi, Sarkozy y Cameron expresaron "su firme apoyo a los derechos universales del pueblo libio, incluido el derecho de reunión pacífica, la libertad de expresión y la capacidad de decidir su propio destino"




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