Ante la persistencia de los temores a un contagio de las protestas en Túnez y Egipto, los países árabes del Golfo Pérsico se están moviendo rápido para incrementar las importaciones de alimentos y asegurarse tierras.
Arabia Saudita, el mayor exportador mundial de petróleo y un país con una alta tasa de desempleo, dijo la semana pasada que le preocupaba la subida de los precios de los alimentos.
Ante una creciente población, dado que la mayor economía árabe atrae a más extranjeros, Arabia Saudita dijo que espera duplicar sus reservas de trigo en tres años.
El reino árabe aumentará sus importaciones a más de dos millones de toneladas en el 2010, dijo Khalid al-Rwis, un profesor de la Universidad Rey Saud en Riad.
"Este año podrían ser de 2,6 millones de toneladas", dijo el profesor, quien agregó que el reino podría tener que importar tres millones de toneladas de trigo para el 2015.
El Gobierno saudita también ha dicho que necesita 3,8 millones de toneladas de cebada, 1,25 millones de toneladas de arroz y 0,78 millones de toneladas de azúcar para el 2015.
Otros miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo también se han focalizado en la acumulación de reservas alimentarias.
Argelia confirmó en enero que compró casi un millón de toneladas de trigo y ordenó acelerar urgentemente las importaciones de cereales.
El más alto funcionario en temas energéticos de Libia, Shokri Ghanem, ha dicho reiteradamente que el alza del petróleo era justificada por la escalada de los precios de los alimentos.
"Debería estar en alrededor de 100 dólares para compensar el fuerte incremento en los precios de los alimentos", dijo Ghanem a Reuters. "Los precios de los alimentos han subido y eso equivale a un fuerte recorte en los ingresos", agregó.
La última ola de alzas de precios de los alimentos ha revivido los recuerdos de los disturbios del 2007 y el 2008, cuando los precios de las materias primas subieron y el petróleo alcanzó un récord de 147,27 dólares.
Las naciones del Golfo Pérsico, sin tierras para cultivar, iniciaron una estrategia de comprar terrenos en los países en desarrollo para garantizar sus necesidades.
"La inestabilidad social generada por la inflación por alimentos dejó su marca en el 2007. Estamos viendo nuevos indicios sobre eso", dijo Jan Randolph, jefe de análisis de riesgo soberano de IHS Global Insight.
Esto es especialmente cierto para Arabia Saudita, donde las presiones sociales crecen ante un aumento de la población y la pujante economía atrae a más extranjeros, mientras los sauditas enfrentan dificultades para encontrar trabajo.
La inflación anual se desaceleró a un 5,4 por ciento en diciembre, pero los consumidores en Arabia Saudita se quejan por los crecientes precios de alimentos, lo que ha llevado a la Cámara de Comercio de Riad a pedirle al Gobierno que incremente las reservas internacionales de nueve materias primas.
"Debido a su dependencia de las importaciones y el importante peso de los precios de los alimentos en los índices de precios al consumidor, un alza de los valores globales de los alimentos definitivamente impactará en la inflación del golfo", dijo Paul Gamble, jefe de investigación de Jadwa
Investment.
No hay comentarios:
Publicar un comentario