Asimismo, estimó que para 2011 el crecimiento será de entre 3.9 y 4.5%. "Hay estabilidad macroeconómica y la inflación se encuentra bajo control. Tenemos esperanza que el paquete fiscal aprobado en Estados Unidos ayude a la demanda interna en ese país y eso beneficie a México", dijo.
Aseguró que México es líder en ejecutar políticas de administración de riesgos financieros, lo cual le ha ayudado. Sin embargo, uno de los riesgos y desafíos que enfrenta es su fuerte relación con la economía estadounidense, que convierte a la mexicana en una de las más vulnerables en el ámbito internacional.
Grandolini consideró que, al igual que las economías de América Latina, en México ha habido un crecimiento económico que no ha logrado mejorar el nivel de vida de la población y uno de los pendientes es incrementar la tasa de ahorro, que actualmente es de 18%. Aun así, aseguró que este no ha sido el sexenio perdido.
En cuanto al nivel que registra en la actualidad el tipo de cambio, al Banco Mundial no le preocupa la apreciación que observa el peso mexicano frente al dólar, la cual se debe al exceso de liquidez mundial que ha generado que los inversionistas busquen oportunidades en mercados emergentes con rendimientos atractivos.
No obstante, advirtió que si la apreciación de la moneda mexicana se mantiene con entradas de capital especulativo, habrá riesgos que podrían provocar una burbuja en el mercado de capitales.
"Hasta hoy la política que ha manejado el Banco de México de un tipo de cambio flexible y un aumento en las reservas internacionales ha funcionado bien; la apreciación del peso no ha sido factor que haya limitado el crecimiento o la competitividad del país, auque habrá que ver qué sucede con los flujos de capital y los precios internacionales de los alimentos", indicó.
Mantener un tipo de cambio flexible ha sido benéfico para México y "en este momento no es necesaria una intervención del Banco de México en el mercado cambiario", aunque advirtió que habrá una mayor volatilidad por los mayores precios internacionales en materias primas y la crisis que atraviesa el Medio Oriente, pero "nos parece que el manejo en el aspecto macroeconómico ha sido positivo", y recomendó que sería bueno que la entrada de capitales se utilice como inversión productiva.
Hasta ahora el impacto en México por la inflación generada a causa del alza en los precios de los alimentos en el entorno internacional no es algo que le preocupe al Banco Mundial, porque ha sido controlado y a mediano plazo "vemos que la política que ha seguido el Banco de México logrará controlar este efecto".
Por su parte, el economista senior para México del Banco Mundial, Joost Draaisma, comentó que México no ha recaudado suficientes impuestos y cualquier propuesta al respecto debería aumentar o por lo menos mantener la captación. El tema es urgente porque la producción petrolera ha bajado "y no vemos un crecimiento en este sentido, sino una disminución, y eso es un riesgo".
En días recientes el Partido Revolucionario Institucional ha promovido una propuesta de reforma fiscal, en la que destaca la idea de una disminución de 16 a 12% de la tasa del Impuesto al Valor Agregado (IVA).
En este sentido, Grandolini comentó que "espero que exista el espacio para sacar adelante reformas que son importantes, que mejoren la competitividad del país, y disminuya la dependencia de los ingresos del sector petrolero".
Sobre la competitividad y el efecto que tiene el incremento de la violencia, la directora del Banco Mundial en México aseguró que "no podemos decir qué tanto impacto está teniendo en el PIB, pero sí en términos de la percepción de los mercados y esa es una de las áreas que se deben vigilar". Sin embargo, resaltó que las empresas extranjeras mantienen sus planes de inversión en el país.
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