febrero 05, 2011

Renuncia hoy sábado cúpula del partido de Mubarak en Egipto


La cúpula del partido gubernamental egipcio presentó este sábado su renuncia, una decisión considerada como "paso positivo" por Estados Unidos, cuyo emisario causó polémica al considerar "vital" que Hosni Mubarak se mantenga en el poder durante la transición democrática.
Mientras miles de personas se manifestaban por duodécimo día consecutivo en El Cairo, Mubarak trató de demostrar que guardaba el poder. Como presidente del Partido Nacional Democrático (PND), decidió "nombrar a Hosam Badrawi como secretario general del partido", después de la renuncia del comité ejecutivo.
En un encuentro filmado por televisión, el presidente se reunió con el primer ministro Ahmed Shafiq, que descartó el sábado que Mubarak dejara el cargo a su vicepresidente Omar Suleimán.
También se entrevistó con el ministro de Petróleo, Sahme Fahmy, el jefe del Banco Central Faruk Oqda y el ministro de Finanzas Samir Radwan.
Tras el anuncio de la renuncia de la cúpula del PND, de la que quedó descartado Gamal Mubarak, de 47 años, hijo del mandatario y a menudo considerado hasta las protestas como su probable sucesor, Estados Unidos se congratuló por este "paso positivo".
El enviado especial para Egipto del presidente norteamericano Barack Obama, Frank Wisner, declaró más tarde que "la continuidad de liderazgo de Mubarak era decisiva", en la Conferencia sobre la Seguridad que tiene lugar en Múnich (sur de Alemania) durante una intervención por video.
"El presidente debe permanecer en el cargo para dirigir esos cambios", declaró, antes de calificar de "vital" el papel que debe protagonizar Mubarak en la transición egipcia hacia la democracia.
Estas declaraciones parecían contradictorias con las de la víspera del presidente estadounidense, Barack Obama, que había dejando entender que deseaba una salida rápida de Mubarak del poder.
Desde Múnich, un miembro de la delegación de la secretaria de Estado norteamericana Hillary Clinton se apresuró a declarar que Wisner no hablaba en nombre de Estados Unidos, sino "como simple ciudadano".
Momentos después, la Casa Blanca también se distanció de las declaraciones del emisario. Wisner "hablaba en su nombre y no por el gobierno de Estados Unidos", dijo un funcionario en Washington bajo condición de anonimato.
En una entrevista la pasada semana con el canal estadounidense ABC, Mubarak había asegurado que no quería mantenerse en el poder, pero que no podía renunciar por miedo al "caos" que podría producirse en Egipto, país aliado de Estados Unidos y que tiene relaciones con Israel.
Según el New York Times, Suleimán y altos mandos militares están estudiando planes para limitar la autoridad de Mubarak y posiblemente apartarlo del palacio presidencial de El Cairo.
Este sábado, desconocidos atacaron de mañana con explosivos un gasoducto que abastece a Jordania, situado a 10 km de la franja de Gaza, en Sheij Zuwayed, en el norte del Sinaí.
Este mismo gasoducto sirve también para abastecer a Israel, pero esta sección no se vio afectada. Sin embargo, se interrumpió el suministro de gas a ambos países.
En la ciudad de Rafá, fronteriza con la Franja de Gaza, una iglesia se incendió, por causas desconocidas.
Ante las protestas en Egipto y los temores de que se propaguen por otros países de la región, el secretario general adjunto de la Liga Árabe, Ahmed Ben Heli, anunció a la AFP el aplazamiento de la III Cumbre América del Sur y Países Árabes (ASPA), que debía celebrarse del 13 al 16 de febrero en Lima. "Hay discusiones en curso para fijar otra fecha", añadió.
En El Cairo, miles de personas volvieron a manifestarse el sábado contra el presidente en la plaza Tahrir, el epicentro de las protestas desde el 25 de enero que dejaron más de 300 muertos, según la ONU, y más de 5.000 heridos, según un balance oficial del Ministerio de Salud.
De mañana, algunos de los manifestantes intentaron impedir que los tanques del ejército dejaran la plaza y retiraran los vehículos calcinados que utilizan para sus barricadas, levantadas para evitar que los partidarios de Mubarak lancen otro ataque como el del miércoles que dejó ocho muertos.
El país sigue fuertemente paralizado: la bolsa de El Cairo anunció que aplazaba la reapertura prevista para el lunes, sin dar otra fecha. Los intercambios financieros están suspendidos desde el 27 de enero tras una fuerte caída del 10%, después de acumular en dos días pérdidas por 12.000 millones de dólares.


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