Al 82,9% del cómputo, Humala ha obtenido el 30,45% de votos válidamente emitidos y Keiko Fujimori el 23,08%.
Humala, un exteniente coronel del ejército de 48 años, genera temor porque en su plan de gobierno plantea un cambio de la constitución y que el Estado asuma un rol regulador de la economía, manejada exitosamente en el último decenio siguiendo un modelo neoliberal.
Además su declarada admiración por el presidente de Venezuela Hugo Chávez –que en gran parte condujo a su derrota en segunda vuelta en los comicios de 2006– genera temor de que un gobierno suyo devenga en un régimen intervencionista, estatista y represor de las libertadeLos peruanos elegirán en segunda vuelta entre el exmilitar izquierdista Ollanta Humala y Keiko Fujimori, hija del expresidente Alberto Fujimori, quienes despiertan dudas sobre suverdadera vocación democrática y su respeto por las leyes, la libertad de prensa y los derechos humanos.La elección entre Humala y Fujimori, que el Nobel de Literatura peruano Mario Vargas Llosa comparó con la encrucijada de elegir entre “el sida y el cáncer terminal”, se hizo realidad en las primeras horas del lunes cuando la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) confirmó que ambos fueron los candidatos que obtuvieron la más alta votación.
s.I
El presidente boliviano Evo Morales felicitó a Humala por la victoria electoral en primera vuelta y prometió profundizar las relaciones con Lima si finalmente es elegido presidente. “Quiero expresarle mi más sincera felicitación… en esta jornada democrática que ratifica la voluntad del hermano pueblo peruano de avanzar en la transformación de su país y sus instituciones”, señaló Morales en una carta.
Humala tiene un hermano menor, Antauro, que en 2005 lideró la toma violenta de una comisaría en una ciudad andina pidiendo la renuncia del entonces presidente Alejandro Toledo. El resultado fue la muerte de cuatro policías y dos de sus seguidores, por lo que Antauro cumple 25 años de cárcel por rebelión, asesinato y tenencia ilegal de armas.
Keiko Fujimori, de 35 años, es rechazada por un amplio sector de la población que recuerda el autoritarismo, los altos niveles de corrupción, las violaciones a los derechos humanos y la coacción a la prensa durante la década del gobierno de su padre (1990-2000), quien cumple una pena de 25 años por delitos de lesa humanidad.
Pero Keiko capitalizó con éxito las añoranzas de la mayoría menos favorecida por el asistencialismo implementado por Fujimori, y los logros de su padre como la eliminación de la hiperinflación y la derrota del terrorismo.
“Hay razones reales para estar preocupados en ambos casos. Obviamente en el caso de Keiko, cuya gente no está arrepentida del gobierno autoritario apenas una década atrás. Y respecto de Humala, hay serias dudas sobre su compromiso con las instituciones democráticas y hay buena evidencia de que apreciaba el gobierno de Chávez hace solo unos años”, dijo Steven Levitsky, profesor de Ciencia Política en la Universidad de Harvard.
Humala se dedicó durante su campaña a transformar su antigua imagen de candidato antisistema a político moderado, más inspirado en el modelo izquierdista de Brasil que busca favorecer a las mayorías sin perjudicar el avance de la economía.
El lunes en una entrevista con una radio colombiana, Humala sostuvo que de llegar al poder buscará darle “un nuevo giro” a la relación con Estados Unidos.
“Tenemos que afianzar y fortalecer las relaciones con Estados Unidos”, dijo el candidato a la emisora RCN. “Estados Unidos es uno de los más importantes socios comerciales que tenemos en el Perú y por lo tanto nosotros haremos todo el esfuerzo para trabajar de la mano con Estados Unidos en una relación en la que ambos podamos ganar”, añadió.
El exmilitar afrontó en 2006 una denuncia sobre abusos a los derechos humanos cuando dirigía una base militar en la localidad de Madre Mía en la selva en 1992.
El poblador que lo acusó de torturas y de la desaparición de sus parientes luego se retractó y el caso fue archivado. Sin embargo, una tercera persona ha denunciado que el testigo recibió dinero de gente vinculada a Humala para retractarse.
Keiko, quien en la primera parte de su campaña parecía querer desmarcarse del gobierno de su padre, en el último tramo se dedicó a ensalzar la imagen de Fujimori.
“Hay que ver si Keiko Fujimori puede también modificar su imagen”, dijo el sociólogo y analista político Fernando Rospigliosi. Agregó que “si no se abre, como parece que se está abriendo Humala, Keiko no sube (en la intención de voto) y se queda allí estancada”.
Para Gloria Cano, abogada especialista en derechos humanos, es “sorprendente” que dos candidatos con hojas de vida no muy limpias en el tema hayan obtenido la más alta votación.
“Han tenido vínculos con casos de violaciones a los derechos humanos… y, sin embargo, no han esclarecido su posición en relación con este tema”, opinó.
El presidente Alan García felicitó el lunes a Humala y Fujimori.
“El mundo sabe que quien quiera sea elegido presidente, hombre o mujer, estará sujeto a los compromisos que ya existen, a los lineamientos racionales del sistema económico mundial”, dijo el mandatario a periodistas.
García aseguró que “el país es suficientemente sólido para mantener su rumbo” y pidió tranquilidad a “inversionistas nacionales, pequeños y grandes, tranquilidad a los mercados internacionales y las grandes inversiones”.
La segunda vuelta entre dos figuras que despiertan gran rechazo promete ser encarnizada, según Rospigliosi.
“Ambos van a tratar de utilizar lo negativo que tiene el adversario para atacarlo y tratar de bajarlo. En síntesis, vamos a tener una elección muy reñida y de pronósticos reservados”, comentó.
Aunque la derecha conservadora apostaría por Keiko, ella podría ser una rival fácil para Humala, quien en 2006 perdió por estrecho margen ante un candidato muy hábil y de amplia experiencia como el presidente Alan García.
“Keiko Fujimori no es tan buena candidata, es muy joven, no tiene experiencia y no ha demostrado grandes cualidades en la campaña”, consideró Rospigliosi.
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