Los vínculos de Venezuela con Irán, básicamente de sus presidentes, han generado una relación más política que comercial sustentada en primer lugar, en el discurso antinorteamericano, que también sirve para desafiar a la comunidad internacional y en segundo lugar, en el apoyo en las áreas energética, productiva, de vivienda, alimentos y educativa. Esta vinculación hace que Estados unidos decida imponer ciertas sanciones para así evitar la diatriba anti Estados Unidos, como es el caso de la reciente sanción a Pdvsa por la venta de gasolina a Irán. Nos preguntamos si estas sanciones contribuirán a fomentar más el espíritu antiimperialista.
A raíz de la sanción de Estados Unidos a Pdvsa, voceros oficiales como el canciller, Nicolás Maduro, el ministro de Energía y Petróleo, Rafael Ramírez, o el vicepresidente de la Asamblea Nacional, Aristóbulo Istúriz, han asegurado que Venezuela sostendrá relaciones políticas y comerciales con quien quiera la República, destacando además que "Venezuela venderá petróleo a quien quiera", incluyendo a Irán, país que también es miembro de la OPEP.
En particular, Ramírez ha insistido en que el meollo del debate no es si Venezuela envió productos petroleros a Irán, sino que "tiene derecho a tener relaciones con quien quiera". Y Venezuela ha trabajado en hacer crecer esa relación. Más de 270 convenios bilaterales han suscrito los presidentes Mahmud Ahmadinejad y Hugo Chávez, que han acercado a Venezuela en su cooperación con Irán y que parecen indicar que los gobiernos bolivariano y persa no se separarán, pese a los roces diplomáticos que ello pueda generar.
En el área energética, se autorizó la conformación de una empresa mixta para el campo Dobokubi en Anzoátegui, entre la Corporación Venezolana de Petróleo y Petropars. La misma Petropars participó en la operación de certificación de reservas en la Faja del Orinoco; y firmó un convenio para crear con Pdvsa una petrolera transnacional de exploración y producción en terceros países. A ello se suma que a finales de 2010 se anunció que se construirá una refinería en Siria, entre ese país, Irán y Venezuela, que tendrá una capacidad de refinación de 140 mil barriles diarios, y que se espera esté operativa en 2012.
Los números del Banco de Comercio Exterior indican que la relación bilateral comercial ha venido en un astronómico ascenso en términos de crecimiento, al pasar de una balanza de $1,1 millones en 2004 a $89,3 millones en 2009, de los cuales $88,8 millones son de importaciones venezolanas.
De las principales áreas se destaca alimentos, donde se suscribieron contratos para instalar alrededor de 28 plantas procesadoras de leche y otras tantas de maíz, a fin de producir leche pasteurizada y harina de maíz precocida. También participó Teherán en parte de la dotación de cavas de Mercal.
En el sector vivienda el convenio con Irán se firmó en el año 2005 y comprendía edificar 10 mil unidades habitacionales en los estados Monagas, Cojedes, Guárico y Portuguesa. El ministerio de Vivienda informó que se invirtieron Bs 1,6 millardos.
En el área productiva industrial (que en agosto del 2010 contaba con más de 57 proyectos pendientes), ha sido emblemático el discurso oficial en torno a la producción de vehículos, tractores y autopartes automotrices en industrias como Venirauto, creada en 2006.
Sin embargo, Venirauto nunca ha podido cumplir sus metas de producción. Para el año 2010 la empresa -60% propiedad de Venezuela- reconoció pérdidas por Bs 33,4 millones, con 3.322 unidades ensambladas, bastante por debajo de la meta de 16.000 vehículos (en 2007 la meta fue de 25.000 unidades). Venirauto reconoció problemas para importar el material de ensamblaje desde Irán debido a las "restricciones económicas internacionales".
Asimismo, en el área financiera, entre 2007 y 2008 se conformó un fondo binacional que manejó un millardo de dólares.
En materia aeronáutica, ambos países se mantenían conectados con una ruta de código compartido Caracas-Damasco-Teherán que cubrían las aerolíneas Conviasa e Irán Air. Los problemas operacionales de Conviasa obligaron a suspender la ruta, que no se ha retomado.
En el área educativa, a finales de 2008 se anunció desde el ministerio de Educación que Venezuela e Irán crearían la Universidad de las Civilizaciones; y dentro del mismo convenio se informó que ambos países otorgarían 10 becas para la formación en maestrías y doctorados.
Cuba condenó enérgicamente las sanciones que Estados Unidos impuso a Pdvsa por sus nexos con Irán y ofreció a Venezuela su ayuda en los foros internacionales para enfrentar la "brutal agresión", según declaraciones del canciller cubano Bruno Rodríguez, citó AFP.
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