junio 06, 2011

Strauss-Kahn se declara no culpable pero su "víctima" dirá al mundo lo ocurrido


Abogado de Strauss-Kahn asegura que las pruebas demostrarán que no hubo coacción
Declararse «no culpable» de haber asaltado sexualmente a una camarera del hotel Sofitel de Manhattan hace tres semanas le llevó apenas 4 minutos a Strauss-Kahn, pero la determinación de su víctima para «contar al mundo lo que le ha ocurrido» promete todavía una larga temporada para este espectáculo de máxima audiencia.
«Todo el poder, el dinero y la influencia de Dominique Strauss-Kahn no impedirán que lo que ocurrió en esa habitación salga a luz», amenazó Kenneth Thompson, el nuevo abogado de la viuda guineana de 32 años que acusa al exdirector del Fondo Monetario Internacional (FMI) de haberla forzado a realizar sexo oral después de intentar violarla. Los amigos del socialista francés que ya se veía como presidente aseguran al diario 'The New York Post' que no volverá a pasar un día en la cárcel porque ya han pactado una suma con la familia de la víctima para que esta retire los cargos, pero las declaraciones de los nuevos abogados de la denunciante sugieren algo muy distinto. «Está deseando subir al estrado para contar lo que pasó», aseguraron. «Lo que quiere es justicia. Quiere que se la oiga. Que el mundo sepa que es una mujer de dignidad y respeto».
La defensa del exmandatario del FMI, que ha contratado a los abogados más caros de Nueva York y Washington, asegura que las pruebas demostrarán que cualquier relación sexual fue consentida, lo que Thompson calificó de «ridículo». «La víctima es simplemente una madre sola que trabaja duro para mantener a su hija. Es una mujer muy valiente que está levantándose por todas las mujeres y niños del mundo».
Quienes sentían su lucha como propia eran las limpiadoras de hotel que llegaron hasta los juzgados en autobuses para abuchear al poderoso político en su entrada triunfal. «¡Vergüenza te debería dar!», le gritaban con furia a pocos metros de distancia.
Strauss-Kahn, agarrado del brazo de su acaudalada esposa, no se dio por enterado. Por primera vez desde que empezó a desfilar ante el juez llegó elegantemente vestido con traje y corbata azul marino, a juego con el sobrio conjunto de chaqueta de su mujer, que ya no tenía los ojos enrojecidos por las lágrimas sino que sonreía y lucía su mejor aspecto. En las gradas, la guerra de estilos y la antipatía francoamericana se había trasladado a la prensa. «Los periodistas estadounidenses van vestidos de lunes por la mañana y los franceses, como si fuera la fiesta de los Oscar y ellos hubieran ganado», 'tuiteó' Jon Swaine, corresponsal del periódico británico 'Daily Telegraph'.
Había también dos nuevos personajes en la sala del piso 13 hasta la que llegaban los gritos de las limpiadoras. Se trataba de dos funcionarios de la Embajada de Guinea-Conakry en Washington, que por primera vez acudían a presenciar el caso de alto perfil que ha convertido a su humilde país en foco de atención mundial. Los dos funcionarios asistieron silenciosos a la audiencia y se fueron sin hacer declaraciones.
La próxima cita está prevista para el 18 de julio a las dos de la tarde, hora local, pero algunas fuentes aseguraban que el juez Michael Obus contempla suspenderla para ahorrarse el circo mediático que rodea cada aparición del poderoso economista francés.
Ayer, Strauss-Kahn tuvo a la prensa en ascuas cuando su regreso a la mansión de lujo que ha alquilado en el glamuroso barrio de Tribeca por 50.000 dólares (34.300 euros) al mes se demoró cuatro horas. Los rumores apuntaban a una consulta al médico, una cita con sus abogados o una visita a la sinagoga, que en cualquier caso tendrían que haber sido pactadas con el juez y la Fiscalía, que le vigilan 24 horas a través de un brazalete electrónico.
- Uno de los abogados del ex director gerente del FMI Dominique Strauss-Kahn aseguró hoy que las pruebas del caso demostrarán que su cliente no forzó a la camarera de hotel que lo acusa de agresión sexual, cuyo defensor sin embargo replicó que la presunta víctima sufrió un "ataque terrible". 

"A nuestro juicio, una vez se revisen las pruebas quedará claro que no hubo elemento alguno de coacción por la fuerza en este caso y que cualquier sugerencia de lo contrario simplemente no es creíble", sostuvo Benjamin Brafman, uno de los defensores estrella del ex jefe del Fondo Monetario Internacional (FMI). 

Brafman compareció ante la prensa minutos después de que Strauss-Kahn se declarara este lunes "no culpable" ante una corte de Nueva York de los siete cargos de agresión sexual que pesan en su contra por presuntamente haber agredido sexualmente a una camarera de un hotel de lujo en Nueva York a mediados de mayo. 

Por el contrario, el abogado de la presunta víctima, Kenneth Thompson, afirmó que Strauss-Kahn cometió un "ataque sexual terrible" contra su defendida, cuya identidad no ha sido oficialmente revelada aunque se sabe que es una inmigrante de origen guineano. 

La mujer está "devastada, traumatizada", aseveró Thompson, según el cual las afirmaciones de los abogados de Strauss-Kahn acerca de que la relación fue consentida "simplemente no son ciertas". 

Todo esto es "una campaña diseñada para desacreditarla", sostuvo Thompson, para quien con este caso, su clienta "está defendiendo la dignidad de la mujer". 

El juez ha fijado la próxima vista del juicio para el 18 de julio. 

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