Venezuela sufre el mayor incremento de precios de América Latina donde la inflación promedio es de 6%. José Guerra, director de la escuela de economía de la Universidad Central de Venezuela, indica que "una vez más ha quedado claro que los controles no resuelven el problema de la inflación, sólo la represan por un tiempo", "el Banco Central está aplicando una política pro inflacionaria impulsando la expansión de la liquidez". La inflación perdió potencia en los primeros cuatro meses del año gracias a la acumulación de inventarios de productos importados con el viejo tipo de cambio de 2,6 bolívares por dólar y al retraso en el ajuste de los productos controlados, pero esta etapa quedó atrás. Con un avance de 2,5% en junio, exactamente igual al de mayo, la inflación ha roto con la tendencia a la baja y todo apunta a un segundo semestre con mayor alza de precios.
Inevitablemente los inventarios comienzan a ser repuestos con el nuevo tipo de cambio de 4,30 bolívares por dólar y al mismo tiempo, el ajuste en los productos controlados se hace impostergable mientras que el gasto público incrementa la liquidez en la economía.
El resultado es que tras el aumento en productos básicos como la carne de res y el azúcar, los alimentos registran el mayor incremento de los últimos cinco meses con un salto de 3,4% que supera ampliamente al alza de 2,7% en mayo.
A diferencia del año pasado, el Gobierno retrasó el aumento de los productos controlados pero la escasez comenzó a repuntar en los mercados y obligó a permitir incrementos.
La consecuencia es que el ajuste de los productos controlados se ha convertido en el principal combustible de la inflación. En los primeros seis meses del año los productos regulados acumulan un aumento de 13,4% versus 12,7% de los bienes sometidos al libre juego de la oferta y la demanda.
Otro factor a tomar en cuenta es que el precio de los productos agrícolas que se había mantenido estable por las importaciones masivas que ha realizado el Gobierno y el tiempo de cosecha, comienza a despegar y registra un avance de 5,9% en junio.
El ingreso de monedas y billetes en la economía se traduce en una mayor cantidad de bolívares que persiguen los mismos productos y se traducen en aumentos de precios.
El Banco Central disminuyó la porción de los depósitos que las entidades financieras deben congelar a manera de reservas, permitiendo una mayor expansión de la liquidez.
"Los precios no pueden detenerse aumentando la liquidez y teniendo que hacer ajuste en los productos controlados", señala José Guerra.
Gracias a que durante febrero, marzo y abril la inflación de cada mes se ubicó por debajo de 1,8% los precios acumulan al cierre de junio un alza de 13% que resulta inferior a 16,3% en el mismo lapso del año pasado.
Asimismo esto permite que la inflación registre entre mayo de 2010 y mayo de 2011 un incremento de 23,6% que el Banco Central de Venezuela destaca en su reporte como "significativamente inferior" a 31,3% del período anterior.
El Gobierno se ha propuesto como meta que la inflación total de este año se ubique entre 23% y 25% y en 2012 la promesa es un resultado inferior a 20% por el incremento que debería haber en la producción de alimentos básicos tras la puesta en marcha de la misión Agrovenezuela.
Analistas consideran que no ha habido un cambio en la política económica que permita proyectar una baja de la inflación en el mediano plazo.
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