octubre 29, 2010

Así se cocinan los rankings

Quique Rodríguez.
Ni contigo ni sin tí. El nuevo curso abre la veda para la publicación de las polémicas clasificaciones internacionales de escuelas de negocios. Los candidatos se confunden con sus dispares resultados, mientras las instituciones académicas siguen luchando por liderar las listas.
En el mundo hay unas 12.000 escuelas de negocios, por lo que estar entre las 100 primeras es jugar en la NBA. Es una catapulta para muchas instituciones académicas, que reciben mayor número y calidad de candidaturas de todos los rincones del planeta, lo que les permite seleccionar un mejor alumnado, crear más grupos o programas e, incluso, elevar los precios. Es la ley de la oferta y la demanda trasladada al glamuroso mundo de la educación ejecutiva.
En el último lustro, el inicio del nuevo curso abre la veda para la publicación de un goteo incesante de diversas clasificaciones de escuelas de negocios. A los primeros rankings de Business Week y Financial Times, se han unido otras publicaciones como Forbes, The Economist, The Wall Street Journal y América Economía. Algunas, especialmente Financial Times, han dado forma a nuevas listas en función de los distintos tipos de programas: MBA full time, cursos abiertos para ejecutivos, formación in company, MBA executive, másteres en management, másteres jurídicos, en finanzas y MBA online. También hay clasificaciones con distintos ámbitos geográficos: mundiales, estadounidenses o europeos. Para más inri, el pasado año The Wall Street Journal ideó un nuevo ránking en función de la duración de los MBAs, puesto que hay instituciones que los imparten en un año y otras que lo hacen en dos cursos académicos.

Polémicos
Varias de las escuelas más reconocidas en todo el mundo, como Harvard, Wharton, Insead y el IESE han sido muy críticos con estas clasificaciones y en ocasiones han pedido sin mucho éxito no aparecer en ellas. No obstante, las instituciones europeas trabajan para desbancar a las estadounidenses de su tradicional posición de privilegio, algo que vienen consiguiendo desde hace años. Los centros asiáticos cada vez dedican más esfuerzos a sus resultados en estos rankings y están empezando a obtener sus frutos.

Paradójicamente, si en el sector del posgrado estos trabajos viven permanentemente rodeados de polémica, cada vez son más los expertos en nuestro país que reclaman la aparición de tablas clasificatorias en el ámbito universitario como fuente de información, competitividad y transparencia para que los estudiantes escojan dónde desean estudiar en base a criterios de calidad de enseñanza.
Por su parte, candidatos de todo el mundo consultan las listas de másteres como herramienta para orientarse en su objetivo de ir a las mejores escuelas. El 75% de ellos los tiene en cuenta en su elección según una encuesta online de The Economist. Pero muchas veces son abrumados con los resultados tan dispares que registran los distintos rankings o incluso los mismos en sus sucesivas reediciones anuales o bianuales. Estas diferencias se explican, entre otros factores, por las metodologías seguidas por cada publicación.

'Business Week'
El semanario norteamericano publica varias clasificaciones cada dos años: MBA full time, MBA executive y executive education. La primera se elabora con tres fuentes: la opinión de los estudiantes supone el 45% de la puntuación (la mitad se basa en un sondeo a los alumnos que se van a graduar y la otra mitad en la opinión de las dos promociones anteriores); la valoración de las empresas reclutadoras supone otro 45% (también la mitad para la última encuesta y la otra mitad para las dos anteriores); y el número de publicaciones de sus profesores en una serie de cabeceras suma el restante 10% de los puntos.

Los Executive MBA son valorados de otra forma: el 65% de la puntuación se basa en una encuesta a los alumnos (la mitad de los puntos es para el sondeo entre los alumnos actuales y la otra mitad para los dos años anteriores). Como estos programas executive no están diseñados para conseguir un empleo, sino para progresar en la carrera profesional, no hay sondeo a los reclutadores, sino a los propios directores de los MBA, que puntúa el 35%.
Por lo que respecta a la clasificación de los programas ejecutivos, se realiza a través de una encuesta online a las empresas que han contratado los cursos de formación.

'Financial Times'
Publica numerosas listas anuales: Executive MBA; másteres en management, adaptados al Espacio Europeo de Educación Superior y dirigidos a recién graduados sin experiencia; executive education, dividida a su vez en dos clasificaciones de programas a medida y cursos en abierto; Global MBA y centros europeos.

Las clasificaciones de MBA del diario británico se basan en la opinión de los antiguos alumnos que se graduaron tres años antes y en los datos aportados por las propias escuelas de negocios. Cada año son auditadas algunas de ellas para comprobar la veracidad y exactitud de la información. Especial importancia tienen los salarios de los posgraduados, que suponen el 50% de la puntuación final del ránking.
Para que no haya cambios drásticos utiliza la misma ponderación que Business Week entre los datos del año en curso y los dos anteriores.

'The Economist'
La publicación británica elabora una clasificación anual de MBA full time basada en una encuesta a estudiantes y antiguos alumnos (20% de la puntuación final) y en datos aportados por las escuelas de negocios (80% de la valoración), analizando cuatro aspectos: la apertura de nuevas oportunidades laborales (35% de los puntos), el desarrollo personal y la experiencia educativa (35%), el incremento salarial (20%) y la red de networking (10%).

Al igual que Business Week y FT, para evitar fluctuaciones exageradas, el 50% del ránking es consecuencia de la lista de este año, el 30% del año pasado y el 20% de hace dos años. En sus primeros años esta lista recibió no pocas críticas por lo dispares y extraños resultados.

'Forbes'
La clasificación bianual de MBA de la revista estadounidense se publica en los años impares y calcula el retorno de la inversión mediante una encuesta a los posgraduados hace un lustro. Al precio del programa se añaden los gastos de vivir en la ciudad en la que se estudia y el coste de oportunidad del tiempo dedicado. Esto se relaciona con lo que se ha ganado en los cinco años siguientes a la graduación, menos lo que se hubiera ingresado de igual forma de no haber participado en el programa.


'The Wall Street Journal'
El diario estadounidense basaba su clasificación anual de MBA full time en una encuesta a los reclutadores, pero, siempre rodeado de una gran polémica en el sector, ha abandonado esta idea.

Desde 2008 ha decidido clasificar los Executive MBA, cambiando su metodología y convirtiéndolo en bianual, pero con extraños resultados.

En su última lista sólo aparecen 25 escuelas, todas estadounidenses menos una, algo ya inusual en el resto de los rankings donde desde hace tiempo se codean las escuelas europeas y cada vez más las asiáticas. 
Los criterios se basan en una encuesta a antiguos alumnos que supone el 40% de la puntuación, otra a "empresas familiarizadas con los Executive MBA" que sólo ha obtenido un 29% de respuestas, que suma otro 40% de los puntos, y un sondeo sobre las habilidades adquiridas a ambos colectivos que completa otro 20% del resultado.

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